Anoche, desde las nueve y diez de la noche, hora de Canarias, participé en el programa “La reunión secreta”, que dirige el prestigioso siquiatra y contertulio de varias cadenas de televisión, doctor José Miguel Gaona, un viejo amigo de quien escribe.

José Miguel Gaona toca todos los temas, no sólo los de su especialidad como siquiatra, sino que es un excelente comunicador. Hablamos de dos asuntos completamente distintos con él, con Joan Miquel y con Carlitos, los otros protagonistas de “La reunión secreta”. Uno, de los éxitos de mis videos en las redes sobre los que intentan boicotear el turismo en Canarias, convocando manifestaciones cuyo fin principal es perjudicar a la industria turística, disfrazándolo todo de ecologismo barato, de crecimiento sostenible y de esas zarandajas mal aplicadas. Porque, en sí mismas, no lo son, pero sí cuando se usan con la consabida demagogia de los antisistema. Detrás de esos movimientos no actúan sólo perroflautas, que los hay, sino profesionales solventes que están siguiendo parámetros equivocados, pues la algarada y la protesta no casan bien con un destino turístico como son las Islas Canarias y con su industria principal. Y el segundo tema, el del corredor de la muerte entre África y Canarias, en el que se quedan en el mar miles de personas. Dicen que son muchos más los que mueren que los que llegan a destino. El otro día asistimos a un drama, contado en directo por los teléfonos móviles de docenas de personas: cómo siete personas, entre ellos bebés, morían ahogados a medio metro del muelle de La Restinga, en El Hierro. Al margen de que los culpables no fueron los rescatadores, sino los héroes, estas muertes son incomprensibles y esta ola migratoria mortal tiene que tener un final, porque hablar de depurar responsabilidades en África es una entelequia. En África nadie paga por lo que hace. Es un continente sin sentimientos, son estados fallidos y malintencionados, desgraciadamente, y con muy pocas o ninguna responsabilidad de sus gobernantes. El doctor Gaona se refirió a experiencias suyas en el Río Senegal con las ONG y yo dije que algunas de ellas pueden estar detrás del fomento de la inmigración clandestina. Desde hace mucho tiempo se está oyendo que se enriquecen con el riesgo y con la muerte de las personas. Nadie ha dicho que sean todas. Y con relación al turismo y a las absurdas manifestaciones en su contra, el director de “La reunión secreta” y yo coincidimos en que hay países que están influyendo para dejarnos sin turismo y empresas especializadas en lograrlo. Pero, cuidado, no se trata, como he dicho más arriba, de perroflautas, los del “no a todo”, que se manifiestan para desestabilizar al sector. Hay cosas detrás. Incluso para el verano, algunos sindicatos convocan una huelga si no se revisan sueldos de trabajadores de la hostelería. Una huelga inoportuna, que es preciso evitar negociando hasta el límite con la patronal hotelera. Yo creo que tenemos el enemigo dentro. ¿Quién está detrás de los antisistema contra el turismo en Canarias? Nosotros hemos elegido el modelo que enriquece nuestro PIB. Canarias no es autosuficiente ni en ganadería, ni en industria. Los canarios, en la inmensa mayoría, vivimos del turismo. ¿Quién está interesado en matar la gallina de los huevos de oro? Los medios canarios, por lo general, callan; las redes hacen lo que le interesa a cada cual, casi nadie vela por el bien común de los canarios. El Gobierno de Sánchez, en el tema de la inmigración clandestina, es un esclavo de países como Marruecos, por lo que todos es sabido. Y en el asunto del turismo, existen intereses espurios para dinamitar los intereses económicos de Canarias, un asunto tras el cual también puede estar Marruecos, muy atento en los últimos tiempos a todo lo que afecta a las Islas Canarias. El otro día, el capitán de Navío Luis García Rebollo definió muy bien, en su entrevista en el “Diario de Avisos”, las apetencias marroquíes con Canarias. Cuidado, que estamos jugando con fuego. Por otra parte, el programa, cuyo inicio y desarrollo en los temas señalados tienen ustedes aquí, y pueden verlo y escucharlo, puso el dedo en las dos llagas que en este momento enferman a las islas: la inmigración ilegal y los ataques al turismo. Hay otros dos asuntos graves, uno de ellos se tocó: el de las tierras raras y los movimientos majoreros para que no se utilicen. Movimientos idiotas (ver la entrevista, en el mismo periódico citado, con el profesor de la ULL Jorge Méndez). Y, finalmente, la superpoblación de Canarias, peligrosísima. Este sí que es un problema, porque los turistas rotan, pero los que sobran aquí no rotan, se quedan. De esto último no pudimos hablar por falta de tiempo, pero lo intentaremos en la próxima ocasión.





