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La Agencia Tributaria pondrá cerco a las empresas y a los autónomos y profesionales que no admitan tarjetas de crédito en sus cobros a particulares.
Una nueva estrategia de Hacienda “para atacar a la economía sumergida”, pues interpreta que los pagos en efectivo dan lugar, a la hora de declarar, a aminoramientos en la facturación y, como consecuencia, a un menor pago de impuestos.
Es decir, la Agencia Tributaria ya presupone la culpabilidad del sujeto a declarar. Y estima que no se declara la totalidad de los pagos en efectivo. Y para eso exige la “tarjeta transparente” emitida por los bancos (todas lo son).
La medida es inminente y en este momento la Agencia Tributaria realiza un listado de las empresas, profesionales y autónomos incluidos en sus bases de datos, que no cuentan con terminales bancarias en sus sistemas de pago.
Una pléyade de inspectores recorrerá las sedes de las “empresas sin tarjeta”. Se trata de un acoso más de la Agencia Tributaria al pequeño empresario.
De algún lado hay que sacar el dinero para pagar todo lo que gasta este disparatado Gobierno de los miles de asesores encargados de mantener a Sánchez en La Moncloa.
La medida se aplicará a los profesionales liberales al mismo tiempo que a los pequeños negocios que hasta el momento no han querido trabajar con tarjetas, más que nada por las comisiones que cobran los bancos.
Y como Hacienda siempre tiene razón (paga y luego litiga, si quieres) no cabe duda de que sus sabuesos aumentarán la recaudación, por las buenas o por las malas.
Una más de este Gobierno infame, que tiene acorraladas a las pequeñas y medianas empresas, que son las que mueven realmente la economía del país. Les da igual.
