En una carrera que tuvo de todo —desde maniobras polémicas hasta colisiones entre compañeros de equipo— el Gran Premio de Canadá dejó titulares para todos los gustos. George Russell conquistó su primera victoria del año con una actuación perfecta en el Circuito Gilles Villeneuve, mientras Mercedes firmó su regreso a la élite. Al mismo tiempo, McLaren vivió una pesadilla interna con un choque entre sus dos pilotos, y el joven Andrea Kimi Antonelli escribió historia con su primer podio en Fórmula 1.
George Russell partió desde la pole y no soltó la punta en ningún momento clave de la carrera. En un día de alta presión y altas temperaturas, el piloto británico gestionó sus neumáticos con precisión quirúrgica, respondió a los ataques de Max Verstappen y resistió incluso las tensiones del coche de seguridad en las últimas vueltas.
En cuanto a McLaren, desastre. A falta de pocas vueltas para el final, Lando Norris intentó un adelantamiento sobre Oscar Piastri. El movimiento fue agresivo y terminó en contacto entre ambos monoplazas: Norris se retiró y Piastri cayó varias posiciones, aunque logró cruzar la meta en cuarto lugar.
En la radio, Norris no tuvo reparos en asumir la culpa: “Fue totalmente mi error. Muy estúpido por mi parte.” El incidente deja heridas internas evidentes en el equipo que lidera el campeonato de constructores, y lanza dudas sobre la convivencia futura entre sus dos jóvenes estrellas.
Cabe destacar también que, con solo 18 años, el italiano Andrea Kimi Antonelli subió al podio por primera vez, convirtiéndose en uno de los pilotos más jóvenes en lograrlo en la historia de la Fórmula 1. Su desempeño fue impecable: mantuvo el ritmo, no cometió errores, y cuando la presión se elevó en las últimas vueltas, se mantuvo firme.
Mercedes cierra así un fin de semana perfecto con un 1–3 inesperado pero merecido, con la vista puesta en la próxima cita: Austria.
