⏱ 5 min de lectura

Fiesta grande en La Palma. La Virgen de las Nieves ya está en la iglesia de El Salvador, en la Calle Real, y allí permanecerá hasta el 5 de agosto, fecha en la que regresará a su santuario. Ayer asistieron todos los que llenan la isla al diálogo, los gritos y a los cañonazos entre la nave y el castillo, que a los palmeros les encanta, pero que a mí ni fu ni fa. Lo que me gusta a mí de las fiestas lustrales es el espectáculo de los enanos. Ni el minué, esa ridiculez, ni nada de esas zarandajas. Sorprendente el baile de los enanos y es una atracción mundial, a mi entender. Ayer Santa Cruz de la Palma era un espectáculo de alfombras de flores, de verde, de fresco de arbusto, al paso de la Virgen, en su trono de cristal. Bandas de música se pasearon por la capital de la isla durante toda la mañana.

El capitán general firmó en el libro de honor de la Diputación del Común, bajo la atenta mirada del adjunto Alarcó, que no ha salido de La Palma en toda la semana más que para asistir a un acto en Tenerife. Cualquier día le da un yeyo, aunque a eso estamos expuesto todos. Él lo pasa bien del tingo al tango. Fernando Clavijo, luciendo cercanía, presidió la ceremonia completa en nombre del rey; y se acabó. Por cierto, mi amigo y colega Elfidio Alonso ha sido nombrado hijo adoptivo de la Villa de Valverde y Los Sabandeños han actuado en la capital herreña. Elfidio tiene orígenes herreños por parte de madre y siempre ha estado muy comprometido con la isla del meridiano, así que el nombramiento me parece justo y supone uno más en esta sucesión de distinciones que está recibiendo el periodista, exalcalde lagunero y fundador de Los Sabandeños. Se las merece todas, sin excepción, y le envío un fuerte abrazo. Creo que Elfidio tiene 89 años, los mismos que mi amigo Juan Padrón Morales.
Y hablando de otra cosa. Hay romerías y bailes de magos, que no son más que cenas para cargarse, por todas partes, pero lo peor de todo es admitir en estos actos a hombres y mujeres vestidos con trajes típicos de las islas y luciendo calzado inadecuado, o sin polainas.

Muchos van ¡con tenis!, lo cual es un error, teniendo en cuenta que la bota beige o la alpargata del ocho, blanca o negra, dependiendo del luto, son los calzados adecuados. Habría que expulsar a los que no cumplen esta norma, ¡pero por magos! Sería una paradoja que se expulsara de un baile de magos a una persona… por maga. Estoy indignado. En el Puerto no se van a acabar nunca las fiestas. Mañana, fiesta. Y pasado, fiesta, con la embarcación de la Virgen. Hoy domingo, lo mismo de siempre: fuegos artificiales, gente hablando a gritos, cargaceras varias y alguna trifulca. Nada de particular. Como la plaza de Europa está averiada, todo se desarrolla en la explanada del muelle, que es más antigua que la ruda y que soporta mejor a las multitudes que una estructura relativamente moderna como la nombrada plaza. Por cierto, vaya manía la del Gabinete de Prensa del municipio portuense, y de los plumillas en general, la de referirse al Puerto de la Cruz como “de” –con la preposición—en vez de la contracción “del”. Coño siempre se ha dicho: “Ayer tuvo lugar en el Puerto de la Cruz la procesión del Gran Poder…”. No digan “de” Puerto de la Cruz, que es un godismo y aquí hay que ser canarios y no imitar lo malo que viene de fuera. Pero no me harán ni puto caso. Aunque en este periódico, siempre que yo lo detecte, se dirá El Puerto de la Cruz y del Puerto de la Cruz. Por muchos comunicados que escriban lo contrario. A ver si son coherentes con la historia. Por cierto, el Gabinete de Prensa portuense informa bien, es competente, menos en eso, que se equivoca. Lo mismo que se equivoca en sus membretes el Ayuntamiento. Deben decir Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, no Ayuntamiento “de” Puerto de la Cruz. Que es un godismo, coño. Un godismo que inventó modernamente (antes también hubo algún error en ese sentido) el PSOE, va el PP y lo confirma.