Un informe que, a la vez que no parece apreciar indicios de delito en la actuación de AVT (entonces presidente de Canarias y hoy ministro, curioso, de un invento que lleva la memoria por título), describe intercambios y gestiones que lo sitúan muy cerca del epicentro del caso Koldo: presiones para pagar material sanitario, mensajes con el asesor Koldo García y una reunión con el empresario Víctor de Aldama para hablar del cobro de mascarillas.
Torres ha respondido anunciando una demanda contra Aldama y reivindicando que el informe no encuentra mordidas ni órdenes de contratación. Lo tenía fácil, que duda cabe, después de meses agrandando una bola que, si grave, no ha alcanzado las cotas que sus rivales políticos hubieran deseado.
Aun así, hubo cuatro grandes discrepancias —como mínimo, zonas grises para los amigos— entre lo que relata el documento de la Guardia Civil y lo que Torres venía sosteniendo en el último año.
«No tuve trato personal con Aldama»
En su comparecencia en el Senado (noviembre de 2024), Torres dijo que no había tenido trato personal con Víctor de Aldama, comisionista de la trama.
El informe de la UCO apunta, sin embargo, a una reunión de ambos en Madrid el 15 de julio de 2020 para tratar el retraso en el pago de mascarillas vendidas a Canarias por la empresa vinculada a Aldama (Soluciones de Gestión).
La UCO no atribuye delito al ministro por esa cita, pero sí contradice el encuadre que él ofreció sobre la ausencia de trato.
Por su parte, Torres dice que demandará a Aldama por intromisión al honor y reitera que ni pidió ni cobró comisiones. Subraya que el informe no acredita mordidas ni pisos (una de las grandes columpiadas de este “pre informe”) ni otros extremos difundidos.
«Mi relación fue mínima»
Torres ha defendido que su relación con la trama fue tangencial. La UCO, sin embargo, rescata mensajes suyos a Koldo García —“Estoy encima de tu pago”— y los encuadra como indicios de la capacidad de influencia de Koldo en altos cargos.
La tesis policial no es que Torres cometiera delito, sino que su interés en los pagos (en plena pandemia) reforzó la posición de Koldo ante las administraciones.
Aun con esos mensajes, la UCO no ve rastro de que Torres ordenara contratar a Soluciones de Gestión ni de que percibiera comisiones. Es decir, influencia y presión para pagar, sí; delito, no.
«Solo hubo un contacto puntual»
En intervenciones públicas previas, el ministro había hablado de un contacto muy limitado.
El material analizado por la UCO refleja interacciones con Koldo más sostenidas de lo sugerido —incluida una cifra elevada de mensajes en los tramos analizados—, y sitúa a Torres gestionando incidencias con pagos de contratos (también PCR), extremo que pone en tela de juicio la narrativa del “trato mínimo”. La UCO insiste, con todo, en que eso no prueba cohecho.
«No hubo favores ni mordidas»
El informe acredita el flujo de dinero de los contratos hacia el entramado de Aldama y recoge la acusación del propio Aldama de que Torres le habría pedido una comisión (50.000 euros)… acusación que la UCO no corrobora tras 348 páginas.
En este punto, la contradicción se da entre lo que dijo Aldama y lo que encuentra (o no) la UCO y aquí Torres sale reforzado: no hay prueba de mordidas ni orden de contratar.
Queda por aclarar por qué negó trato personal con Aldama si consta una reunión. Por qué describió su intervención como mínima si los mensajes con Koldo lo muestran activo para desbloquear pagos y hasta qué punto ese papel obedecía a una presión legítima por evitar desabastecimientos o a una mediación impropia que, sin ser delito, fortaleció a un intermediario hoy investigado.
Lo cierto es que (y esto es puramente interpretativo) da la sensación de que el profe que lleva dentro AVT le hizo ser muy cauto con respecto a todo lo que tenía que “ese señor al que conocí en el restaurante”. Porque llamar Víctor a Víctor era demasiado esfuerzo, supongo…
Contexto
La suerte (para ellos) y la desgracia (para nosotros) es que la compra de material sanitario en 2020 se hizo en un contexto de desabastecimiento global y procedimientos abreviados.
La funcionaria que tramitó parte de los contratos en Canarias advirtió sobre precios elevados, pero, pese a ello, se adjudicó y se pagó (no siempre a tiempo, de ahí los roces).
La UCO reconstruye ese clima y, aunque no criminaliza la actuación de Torres, sí lo sitúa como pieza relevante en el desbloqueo de pagos a empresas hoy bajo la lupa.
Al ataque
Pero AVT sabe, como buen regador que es, que en estos casos hay que ir al choque hasta que se demuestre que no puedes, y por eso anunció una demanda contra Aldama y exige disculpas a quienes lo acusaron sin pruebas.
La oposición pide que comparezca para explicar las discrepancias del informe y su grado de implicación en la cadena de pagos, pero lo cierto es que hoy parece papel mojado. Políticamente está muerto, como ya sabe Pedro “sobre esta piedra construiré mi iglesia” Sánchez Judicialmente, pues el relato es incómodo: un presidente que negó trato de favor y minimizó su papel mientras los investigadores muestran más que indicios de una presencia activa en las gestiones que favorecieron a una trama que hizo caja con el suministro.
La fotografía es tan dual que cualquier partido puede enarbolar una bandera, un símbolo deleznable de los tiempos en los que vivimos: es exculpatoria en lo penal, pero muy erosiva en lo político. Otro PSOE ya lo tendría de patitas en la calle.





