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Sánchez, situado entre la estupidez y la ignorancia, a lo mejor no sabe lo que sí sabe y cuenta la Policía: que entre los violentos que interrumpieron la Vuelta a España y estuvieron a punto de causar gravísimos accidentes masivos, había gente de organizaciones próximas a Hamás. Es decir que, de facto, Sánchez se ha alineado con un grupo terrorista en el boicot a un evento deportivo, porque en medio de la turba ignorantona y violenta había individuos pertenecientes a grupos integrados en Hamás. Lo dice la Policía, no lo digo yo, sino que lo repito. Así que la actitud de Sánchez y de su Gobierno es todavía más grave. Con su crítica feroz contra Israel, Sánchez ha firmado su sentencia de desprestigio internacional. Cuando uno preside un país debería ser, al menos, más prudente y no tan idiota. Sánchez no ha tenido el más mínimo recato y, como diplomático, se moriría de hambre. Yo lo atribuyo al nerviosismo que sufre. Y dos cosas más: entre los fiscales existe el convencimiento –y yo creo que la esperanza—de que el Tribunal Supremo no acabe condenando en noviembre a García Ortiz. Esto es, al menos, lo que me transmiten algunos miembros de la carrera, en privado. Me da la impresión de que García Ortiz va a salir de rositas de este lance judicial, aunque eso nunca se sabe. Porque cuando uno entra en los juzgados no sabe cómo va a salir o si va a salir y no va a ir directamente a la chivata con rejas de la Guardia Civil. Veremos a ver. Y la segunda: estaba previsto “extraer” a Maduro esta misma semana, pero pasan los días y no se produce la noticia. No sé si Trump y Marco Rubio han decidido esperar, pero en Caracas era un clamor esa “extracción” y que ésta se iba a producir el miércoles o el jueves, es decir hoy o mañana. Y no lo parece. Así que a lo mejor la cosa se convierte en culebrón y no sería bueno, porque los malos cuanto antes visiten la mazmorra, mucho mejor. Dicen que Jorge Rodríguez, el hermano de Delcy, presidente de la Asamblea fraudulenta, sería el encargado de entregar a Maduro, Diosdado y Padrino y así embolsarse casi 100 millones de dólares, o sin casi. No sé, traidor sí creo que es, pero tonto no. Antes de dar la información precisa se tendrá que poner a buen recaudo el delator. Digo yo.
