El CD Tenerife sumó un punto en su visita a Riazor tras empatar sin goles ante el Deportivo de La Coruña en un duelo clave para mantener vivas las aspiraciones de ascenso. Pero el resultado final quedó empañado por dos acciones polémicas en el área deportivista que han desatado la indignación en el entorno blanquiazul: dos penaltis no señalados que podrían haber cambiado por completo el rumbo del partido.
Desde el inicio, los de Álvaro Cervera salieron con las ideas claras: presión alta, intensidad y velocidad por las bandas. El equipo blanquiazul dominó territorialmente y generó más ocasiones de peligro, especialmente en la primera parte, donde ya pudieron haberse adelantado en el marcador. La figura de Helton Leite, portero del Dépor, y la falta de acierto en los últimos metros evitaron el gol del Tete.
Pero más allá de lo futbolístico, el encuentro estuvo marcado, de nuevo, por las decisiones del árbitro, que terminaron desatando la frustración del Tenerife y sus aficionados.
La primera jugada polémica se produjo en el minuto 24. Un balón en largo dejó a Diarra en ventaja, y en su carrera por llegar al esférico, fue arrollado por el portero Helton Leite, quien salió con todo y golpeó claramente al delantero sin tocar balón. La acción fue clara, pero el árbitro no la sancionó ni siquiera con falta.
La segunda gran controversia llegó poco antes del descanso. Luismi Cruz, que estaba siendo de los más activos por banda, entró en el área y fue claramente trabado por Pablo Vázquez, quien le metió la pierna en el camino. El atacante cayó al suelo, pero en lugar de señalar la pena máxima, el árbitro interpretó que se había dejado caer y le mostró tarjeta amarilla por simulación.
Lo más llamativo es que, tras revisar la acción en el VAR, el colegiado mantuvo su decisión inicial, negando un penalti que incluso comentaristas neutrales catalogaron como “clarísimo”.
Al término del encuentro, el ambiente en el vestuario tinerfeño era de impotencia. Desde el club, la indignación fue creciendo a lo largo del día, con referencias a una “reiteración de errores arbitrales” en esta temporada, especialmente en encuentros importantes.
Aunque quedan aún jornadas por disputarse, las opciones se reducen. El Tenerife, pese a todo, mostró una versión sólida y competitiva, que ilusiona de cara al tramo final.
