El Vaticano se ha visto obligado a enviar un mensaje, de viva voz del papa, ante las noticias fake sobre su supuesta muerte, que han hecho fortuna en diversas plataformas digitales y redes sociales.
Con voz muy fatigada, Francisco, desde su habitación del hospital Gemelli de Roma, ha agradecido a la personas que rezan por él y que se interesan por salud. A Francisco casi no se le entiende y se nota en la voz del pontífice una extrema fatiga.
En realidad, no se sabe si esta decisión del Vaticano, aunque disipe los rumores de la muerte del papa, contribuirá al optimismo de los fieles, ya que a Francisco se le escucha con mucha dificultad y de su voz se deduce una debilidad extrema, después de tantos días de estancia en el hospital romano, respirando con ayuda del oxígeno.
En algunos foros se ha comentado que existe “inquietud” en el Vaticano y que empiezan a sonar los primeros rumores sobre una muerte inminente del papa y sobre posibles candidatos a sustituirlo.
El Colegio Cardenalicio –votan en el cónclave los que no han cumplido los 80 años— está compuesto, en un gran porcentaje, por purpurados nombrados por Francisco en los 12 años de su pontificado. Y los orígenes de los purpurados son plurales, una tendencia que varió desde Pablo VI y que inició san Juan Pablo II, que descentralizó el Sacro Colegio y lo desvinculó del clero mayoritariamente italiano.
Lo que sí parece cierto es que, a pesar de la aparente mejoría en el estado de salud del pontífice, estamos ante el final de su pontificado y en el seno de la Iglesia comienzan las cábalas dentro los “poderes vaticanos” que facilitarán la entrada en juego de su posible sustituto.
Aunque luego todo pueda torcerse, ya que hay un viejo dicho vaticano que dice que “quien entra papa en el cónclave suele salir cardenal”.





