El mundo (prosaico, pero gracioso)

España es grande. Begoña, la de Sabiniano, usa el Falcon para viajes personales y viaja con pasaporte diplomático. Lo ha reconocido La Moncloa. Yo quiero otro. Yo no deseo hacer cola en los aeropuertos, como hacía la exprimera ministra finlandesa, Sanna Marin, que, cuando lo era, viajaba con una secretaria y dos escoltas, en la clase turista de cualquier compañía comercial. Begoña, que llevaba la contabilidad de las saunas gay de su señor padre, don Sabiniano, paz descanse, y que entregaba, o preparaba, los sobres para pitufos y pitufas por los servicios prestados, viaja en Falcon del Ejército del Aire –abnegados militares— y posee pasaporte diplomático. O sea, que no hace cola en las garitas de los guardias, ni siquiera pasa por delante de ellos, sino que utiliza la sala de autoridades, sin serlo. Y todavía Pedro Amorrana y la de la hilera de dientes redactan un manifiesto a favor de su marido, para que rabie la oposición. Este es un país de manifiestos y manifiestas y no tenemos remedio. Claro, que hay otros peores. Miren, creo que les he contado que estuve una vez en Gaza y que pude ver en directo los chanchullos –en dólares— de Hamás en las esquinas. Pues la viuda de Yahya Sinwar, el líder de Hamás ajusticiado por Israel, se volvió a casar con un gerifalte del que estaba enamorado y se ha mandado a mudar de Gaza con pasaporte falso, sus dos hijos pequeños, su nuevo marido, una maleta llena de dinero y un bolso Birkin (que ya quisiera yo tenerlo en una vitrina), valorado en 32.000 dólares. Este mundo es un mundo muy prosaico, pero a la vez muy gracioso, según mi modesto entender. La señora, con identidad falsa, vive ahora creo que en Turquía, con su nuevo esposo y su canesú. Para mí que Israel tiene mucho que ver en todo esto y el Mosad también. ¿No habría una delación por medio? Me da que el Mosad, especialista en la cosa, ha usado la táctica del chivatazo por parte de la viuda para cargarse al malvado líder de Hamás, que ahora estará con las vírgenes en el paraíso. Pues que le aprovechen, porque estos musulmanes para vírgenes son como Reverón pa lapas. Joder, vaya obsesión. Y este es el mundo en que vivo. Hoy le dije a Félix, que ordena todo el batiburrillo que le envío cada noche: “Félix, no tengo ganas de escribir un carajo”. Pero luego me animo y empiezo a darle a la tecla y sale. Mientras la gente esté suelta, hay material. Si la meten pa adentro será una desgracia. También es este un país de eufemismos: a las casas de putas/putos las llaman saunas.