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lunes, 1 diciembre,2025

El IPC 2025 en Canarias marca su tope en octubre y hacer temer el final de año: qué nos espera

En octubre el coste de la vida en Canarias volvió a subir en el que es el mayor incremento de 2025, justo antes de los dos últimos meses del año, periodo de destacas subidas debido a la campaña navideña.

El índice de precios de consumo (IPC) creció un 2,5%, con la vivienda como gran motor del encarecimiento (+5,8%) y la hostelería (hoteles, cafés y restaurantes) rondando cerca del +5%. A cierta distancia quedaron alcohol y tabaco (+3,2%) y otros bienes y servicios (+3,1%).

Vestimenta y calzado fue el único grupo que bajó (–0,5%). En el resto del consumo, las subidas fueron más moderadas: medicina (+2,5%), alimentos (+2,0%), comunicaciones (+1,8%), enseñanza (+1,6%), transporte (+1,4%) y menaje/ocio y cultura (+0,2%).

Si si puede tildar de positivo, Canarias fue la segunda comunidad con menor inflación en octubre (algo habitual, por otra parte, al menos durante este año) pero, aun así, ese “alivio relativo” no borra el hecho de que la cesta es más cara que hace un año (qué decir de hace cinco) y que la presión se concentra en las partidas básicas del hogar (agua, luz, gas y, por encima de todo, alquileres).

Los años que cambiaron los precios

Aunque 2024 fue un año de desaceleración y 2025 ha seguido la senda sin desviarse mucho, respecto a los picos del 22 y el 23 no se soluciona el desaguisado ya que entre 2021-24 Canarias vivió subidas destacadas en los dos frentes más sensibles: alimentos frescos y el sector servicios.

En ese periodo, los alimentos frescos sumaron alrededor de un 33% y hoteles, cafés y restaurantes un 22% según el INE. Incluso con la inflación general hoy más baja, la base sobre la que comparamos es ya bastante más alta que hace tres años.

La vivienda explica, cómo no, gran parte del repunte reciente. En el IPC, esta rúbrica agrupa agua, electricidad, gas y otros combustibles, además de otros conceptos ligados al hogar.

A nivel nacional también se observó un avance notable de la vivienda en octubre por el tirón de la electricidad. Cuando la energía repunta, lo hace sentir en toda la cadena, desde la factura de luz hasta los costes de producción y distribución que acaban filtrándose a la hostelería y a los servicios.

Del recibo a la mesa

La subida de los precios asociados a la vivienda se traduce en mayores costes fijos para las familias y los pequeños negocios en forma de luz, agua, gas y gastos del hogar. Incluso pequeñas variaciones en electricidad pueden mover varios puntos del índice y apretar el presupuesto mensual.

No digamos ya lo que supone salir a “comer fuera”. Con la hostelería cerca de una subida del 5%, la cuenta del restaurante es hoy claramente más alta que hace un año. Llevado al paroxismo, es como lo que decían de Argentina en su peor momento, que entrabas a almorzar con un precio y antes de pagar la cuentra ya habían subido los precios un par de puntos.

Además, en una región con fuerte peso del turismo, la demanda y los costes de personal, energéticos y alimentarios no hacen más que mantener esa presión.

Aunque en octubre el grupo de alimentos en Canarias sube “solo” un 2%, la referencia de los tres últimos años sigue pesando (los alimentos frescos acumulan fuertes alzas desde 2021). Esa es la razón por la que, aun con el freno de 2024–2025, la compra sigue sintiéndose demasiado cara.

¿Estamos peor que el resto?

Es verdad que en octubre, Canarias contuvo mejor la inflación fruto de una desaceleración que ya se venía notando desde comienzos de 2024. Lo preocupante es que, aun así, el mix de precios que más pesa en la vida cotidiana del Archipiélago (energía, vivienda, alimentos y hostelería) explica por qué la percepción del ciudadano sigue siendo de “caro”, aunque el porcentaje general no sea de los más altos de España. Vamos, que lo caro es lo más vital, no más (como diría el filosofo Baloo).

¿Y en 2026?

Las proyecciones más recientes para España apuntan a una inflación media cercana al 2% en 2026, con una subyacente también contenida, siempre que la energía no vuelva, una vez más, a desordenar el tablero y que los alimentos sigan normalizando sus cadenas de costes, si es que eso es posible a estas alturas.

Pero si la electricidad repunta de nuevo, la vivienda volverá a tirar hacia arriba del IPC regional y el Archipiélago lo notaría por dos vías: el recibo y los costes de los servicios relacionados con la energía.

Siendo positivos, con Canarias por debajo de la inflación media nacional, si el ruido de precios sigue apagándose hay margen para que vuelva algo del añorado poder de compra.

Siendo sinceros, tras más de un 34% de encarecimiento acumulado desde 2021 y salarios que no han acompañado, el reto no es ya mantenerse, sino recuperar niveles de hace unos años o equiparar los sueldos a unas subidas que han sido de todo menos equitativas. Una ciencia ficción digna de Philip K. Dick.

Redacción
Redacción
Equipo de Redacción de elburgado.com

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