El galgo de Paiporta no vino al desfile. Ya lo había anunciado yo aquí: que estaba buscando una excusa para quedarse en Madrid. Por si acaso, al público lo pusieron a 100 metros de la tribuna. Por si se le ocurría venir. Pero no se atrevió. El galgo de Paiporta, con su pinta de portero de discoteca y su canesú, se quedó en Madrid o se fue a cualquier parte en el Falcon, vete tú a saber. Parece que el día de los militares no merece su atención. O, a lo peor, fue Marruecos quien le prohibió venir a Canarias a celebrar el Día de las Fuerzas Armadas. Mandó a Margarita Robles y, como ministro de jornada, a Marlasca. Haciéndoles reverencias a ambos estaba el orondo presidente canario, cada día más gordito, se ve que frecuenta buenos restaurantes a costa del erario, porque él no va a pagar sus panzadas. Después de cagar la Conferencia de Presidentes Autonómicos, en la que no se aprobó nada, el galgo de Paiporta y el lince lagunero del zotal yo creo que no llegaron a ningún acuerdo sobre los menas. Y, luego, el del zotal y la lejía se quejará de que no le hace caso el galgo de Paiporta. Y así, a espaldas del Tribunal Supremo, o delante que les da igual, se estarán uno y otro tirándose la pelota. A mí me gustaría que me presidiera Isabel Díaz Ayuso, que es una mujer inteligente y una mujer valiente y un ejemplo de saber estar en cualquier lado. Lo que hizo en la conferencia fue un acto de valentía y de saber cumplir una palabra. Es de idiotas no hablar castellano si todos los asistentes hablan castellano, sino en dialectos que no entiende nadie y que cuando no encuentran una palabra la dicen en español. Váyanse por ahí, caraduras, robaperas, que no tienen vergüenza ni nunca la han conocido. Y el galgo de Paiporta, con tal de que lo dejen estar ahí, les concede lo que quieran. Que se vaya a dar un baño de zotal más falso que sus pensamientos.
lunes, 1 diciembre,2025





