El partido que el próximo domingo (a las 8 de la tarde) disputarán España y Georgia en los octavos de final de la Eurocopa puede ser un paseo militar para la Selección Española o un infierno, como lo fue ayer para Portugal.
Los georgianos diseñaron y construyeron un muro impenetrable. Los tropecientos remates de los portugueses, sobre todo por parte de Cristiano y Joao Félix, fueron rechazados una y otra vez por cabezas, espaldas y piernas de seis defensas colocados en línea, un portero que lo paró todo –Mamardashvilli, puede que lo haya escrito mal– y cuatro correcaminos con una velocidad endiablada que montaron contrataques capaces de meterle dos goles a los portugueses.
Georgia tiene un par de jugadores buenos, incluido al portero del Valencia, que ya la próxima temporada no jugará en este equipo, aunque todavía no sabemos en cuál. España deberá tener paciencia, saber desbordarlos y sacarlos del área donde se van a refugiar los georgianos, que ya encajaron diez goles en dos partidos, ante España, en encuentros anteriores.
Ha tenido suerte España con el rival, aunque nunca se sabe porque el fútbol como deporte/espectáculo no está triunfando en esta competición, más bien flojita. Lo que ocurre es que el torneo está batiendo todos los récords de asistencia a los partidos, celebrados a estadio lleno en diversas ciudades alemanas. Una barbaridad.
Si hay lógica en este deporte, que también la hay, España no debería tener dificultades, ante Georgia, para pasar a cuartos, pero este es un torneo en el que Francia, Italia, Portugal, Inglaterra están jugando mal. Sólo Alemania y España mantienen un poco la dignidad del campeonato y han logrado partidos emocionantes y con destellos de calidad.
Es un mal general, lo mismo está ocurriendo en la Copa América, no es un problema específico del fútbol en nuestro continente.
Así que espero que De la Fuente y los suyos visionen muchos videos de Georgia y atinen a vencerla. Hay mucha calidad individual en la Selección Española y poca en Georgia, pero este equipo ha inventado el muro de hormigón en el fútbol. Lo rechaza todo, destroza el espectáculo, rompe el estilo de los delanteros, los desespera, los saca de quicio y consigue resultados tan buenos como clasificarse jugando mal.
Por eso digo que el partido ante Georgia puede ser un paseo o un infierno. Lo sabremos el domingo, cuando termine el encuentro, que es de esperar que sea con un resultado favorable a la Selección Española. Si España juega como sabe, ganará. Pero, como dijo Bujadin Boscov, sin saber lo que decía: “Fútbol es fútbol”. Y la frase, como si fuera una de Cantinflas, pasó a la posteridad.
