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El presidente Donald Trump anunció la repatriación de dos hombres, uno ecuatoriano y otro colombiano, supervivientes de un bombardeo estadounidense contra un semisumergible sospechoso de transportar drogas en el Caribe. Ambos serán entregados a sus países para ser procesados judicialmente.
La operación, realizada el jueves, es el sexto ataque de este tipo. Según Trump, las fuerzas armadas destruyeron la embarcación que se dirigía hacia Estados Unidos por una conocida ruta del narcotráfico y transportaba principalmente fentanilo. En el ataque murieron dos personas, elevando a 29 las víctimas de estas operaciones en la región.
El mandatario defendió las acciones bajo el argumento de que el país mantiene un “conflicto armado” contra los cárteles de la droga, una doctrina que equipara a los narcotraficantes con combatientes enemigos. Expertos en derecho internacional han cuestionado esta interpretación, advirtiendo que podría vulnerar normas globales y generar dilemas legales similares a los de la “guerra contra el terrorismo”.
El Pentágono difundió un video del ataque, mientras en el Congreso crecen las preocupaciones por la falta de control legislativo sobre estas misiones. Aun así, la mayoría republicana rechazó limitar los poderes del presidente para ordenar futuros ataques.
La política antidroga de Trump, centrada en el uso de la fuerza militar, continúa generando controversia tanto por su legalidad como por su efectividad a largo plazo.
