El comercio internacional por vía postal se tambalea tras la decisión de Estados Unidos de eliminar, el pasado 29 de agosto, la exención fiscal conocida como de minimis, que permitía a paquetes de bajo valor —hasta 800 dólares— entrar en el país sin pagar aranceles ni impuestos. Según un comunicado emitido por la Unión Postal Universal (UPU), la agencia de cooperación postal de la ONU con sede en Berna, esta medida ha provocado una caída del 81% en los envíos postales hacia EE.UU. en comparación con la semana anterior, dejando el flujo de correo internacional “casi paralizado”. Lo que comenzó como una ofensiva del presidente Donald Trump contra gigantes del comercio electrónico chino como Shein y Temu, acusados de explotar esta exención, se ha extendido a todos los países, generando un caos logístico y tensiones comerciales globales.
La eliminación de la exención de minimis, anunciada a finales de julio por la Administración Trump, tenía como objetivo inicial frenar el aluvión de paquetes de bajo costo procedentes de China y Hong Kong, especialmente a través de plataformas como Shein y Temu, que han revolucionado el comercio electrónico con precios ultracompetitivos. La Casa Blanca argumentó que esta exención, establecida para facilitar el comercio de mercancías de bajo valor, estaba siendo explotada para introducir grandes volúmenes de productos textiles y electrónicos sin control aduanero, lo que afectaba a la industria local y facilitaba el ingreso de mercancías potencialmente vinculadas al narcotráfico.
Sin embargo, lo que parecía una medida quirúrgica contra el comercio chino se transformó en una decisión de alcance global cuando, de forma inesperada, se extendió a todos los países miembros de la UPU, que agrupa a 192 naciones. Esta ampliación, efectiva desde el 29 de agosto, trasladó a los operadores postales y transportistas la responsabilidad de calcular y recaudar los aranceles en origen, una tarea para la que muchos no estaban preparados. Como resultado, 88 operadores postales, incluyendo los de países como Australia, Reino Unido, Francia, Alemania, India, Italia y Japón, han suspendido total o parcialmente los envíos a EE.UU., según datos de la UPU.
El impacto ha sido inmediato: el viernes 29 de agosto, primer día de aplicación de los nuevos aranceles, el tráfico postal hacia EE.UU. se desplomó un 81% respecto al viernes anterior, según la red electrónica de la UPU, que monitorea los flujos postales globales. “La red postal mundial ha quedado prácticamente detenida”, lamentó el director general de la UPU, Masahiko Metoki, quien subrayó que la organización tiene como misión “garantizar la libre circulación de envíos postales en un único territorio postal”.
La UPU ha reaccionado con rapidez para mitigar la crisis. Desde el 5 de septiembre, los operadores postales tienen acceso a una calculadora de costos de desembarque (landed-cost calculator) a través de una interfaz de programación de aplicaciones (API) que permite integrar esta herramienta en sus sistemas de venta y atención al cliente. Este mecanismo, diseñado para calcular y recaudar los aranceles en el país de origen, busca aliviar la carga administrativa impuesta por las nuevas regulaciones estadounidenses. La UPU también está apoyando a los operadores con formación y ajustes en sus procedimientos internos, aunque la implementación total podría llevar semanas, según fuentes de la organización.
La decisión estadounidense tiene profundas implicaciones para el comercio electrónico, un sector que ha crecido exponencialmente en la última década. Entre 2015 y 2025, el número de paquetes de bajo valor enviados a EE.UU. se multiplicó, impulsado por plataformas como Shein y Temu, que han capitalizado la exención de minimis para ofrecer productos a precios imbatibles. La eliminación de esta ventaja competitiva no solo afecta a estas empresas, sino también a pequeños comercios y consumidores globales que dependen de envíos transfronterizos.
La decisión se produce en un momento delicado, tras la imposición de aranceles del 50% a productos de India y en medio de negociaciones comerciales con la UE, que acaba de multar a Google con 2.950 millones de euros por prácticas anticompetitivas. Algunos analistas ven en esta universalización de los aranceles un intento de la Administración Trump de presionar a sus socios comerciales, aunque a costa de interrumpir cadenas de suministro esenciales.
La UPU, consciente de la magnitud del problema, ha iniciado consultas con sus 192 países miembros para buscar una solución a largo plazo. Mientras tanto, la interrupción de los flujos postales amenaza con retrasos significativos en la entrega de paquetes, afectando desde regalos navideños hasta suministros médicos. “El comercio internacional por vía postal es la columna vertebral del comercio electrónico y de las pequeñas empresas. Estas disrupciones tienen un impacto directo en la economía global”, advirtió Metoki.
