Hoy despertaremos y el dinosaurio todavía estará allí. A pesar de que no confiesa lo que sabe, no devuelve el botín y tampoco convoca elecciones. Le da igual, porque en el PSOE los que le odian no se atreven a echarlo, votando en contra desde sus escaños; y sus frankestein piden por esa boca y lo tienen. Es que todos cobran, claro. Es una desvergüenza, pero es que España no le importa a nadie. Ni siquiera a los que están dentro. Entonces dan pábulo a que triunfe la desinformación, la mentira, la mediocridad, los sueldos pagados con nuestro dinero a los enchufados. De nada vale que Feijóo, desde una tribuna, le diga al malandrín: “Confiese lo que sabe, devuelva el botín y convoque elecciones”. Y tampoco vale de nada que, desde la tribuna del Congreso, le larguen a todo un presidente que lleva siete años “operando como una organización criminal”. Ni tampoco vale de nada, porque le da igual, que le pregunten “¿de qué prostíbulos se ha beneficiado usted y de cuáles ha sido partícipe a título lucrativo?”. A mí me dicen eso y al menos monto en cólera. O se me cae la cara de vergüenza. Pataleo, aunque fuera verdad. Este Sánchez ni siquiera se resiente, le da igual, ni siente ni padece, que son rasgos evidentes de su sicopatía. Les toma el pelo a los suyos, a la oposición, a sus aliados, a su partido. Hasta que no lo trinque la UCO en un renuncio, que espero que lo trinque, este tío ni convoca elecciones, ni se va, integrará Navarra en el País Vasco y, si hace falta, le dará la independencia a Cataluña, con tal de quedarse. Mañana, cuando despertemos, el dinosaurio todavía estará ahí, haciendo de las suyas. Este tío, cuya mujer es una presunta delincuente, cuyo suegro regentaba casas de putas, cuyo hermano está imputado, cuyos personajes más allegados presuntamente han delinquido, sigue ahí, tan campante. Apoyado por otros personajes del cómic nacional, más dinosaurios que tampoco se irán hasta que los echen, que lo mismo roban, que se convierten en acosadores, que desprestigian el país, que montan cátedras chimbas, que dirigen orquestas sin músicos. ¿Pero esto que es? ¿Por qué cuando me despierte el dinosaurio tiene que estar todavía allí? ¿Pero qué le pasa a este país? Nunca, en nuestra historia última, habíamos soportado con tanta paciencia a un autócrata, falsificador de tesis y de libros, osado, mentiroso y casposo en el poder. Es intolerable, pero mañana, cuando despertemos, el dinosaurio estará allí. Para nuestra desgracia.
lunes, 1 diciembre,2025





