Comunistas de cinco estrellas

A los comunistas de cinco estrellas les gusta mucho un manifiesto. Y no tienen reparo en firmar uno de apoyo a Sánchez, que presuntamente capitanea una banda de delincuentes –también presuntos— y que se ha ido a América a buscar refugio en Chile, Uruguay, Colombia y Brasil, donde no lo conocen. Mucho menos en Paraguay, país en el que creo que también ha recalado. Cuando un comunista rico está aburrido, va y redacta un manifiesto y se lo entrega, para su firma, a los otros comunistas de cinco estrellas, como Ana Belén y su marido, que esos lo firman todo, y el tonto de Almodóvar, capaz de hacer una película tan mala como “Amantes pasajeros”, “La piel que habito” y otras horteradas parecidas; y siempre sobre el mismo tema. Yo paso por un cine donde echan una de Almodóvar y parto a correr, porque sus películas son un bodrio que sólo gusta a los progres de España y de los Estados Unidos, de ese viejo y recosido Hollywood del “La, La, Land”. Cada vez son más faltos de ideas sus guiones, sus películas y sus creencias progres. Pero ahora el foco mediático está en Noelia Núñez, que se licenció, cum laude, en su imaginación y metió el sueño en el currículo, pero ha tenido la decencia de dimitir de sus cargos en el PP, porque tiene menos estudios que Pachi López, que llegó a lendakari yo creo que sin terminar el bachiller, o por ahí. Y como otros prebostes socialistas con currículos más pobres que el de la cabra de la Legión. Si tenemos en cuenta la falsificación de méritos, la palma se la lleva el jefe de la banda, el tal Sánchez, que copió alevosamente su tesis doctoral y que ha “escrito” libros sin escribirlos él, sino una negra aplicada que se sabe de memoria su manual de resistencia. Ay, esta España que no aprende. Les doy una pista: en un local de la Plaza Garibaldi, en México DF, compras un título de Harvard a tu nombre por 50 dólares, con todos los sellos y la firma del rector. No tienen más que entrar ahí, elegir universidad y se acabó. Todos estos falsificadores deberían acudir, en el Falcon, a la tiendita de la plaza Garibaldi, que tiene imprenta digital, y que te entrega por la cantidad citada un espléndido título, de Princeton y de Columbia, en Leyes, en Química y en Física Nuclear. Lo que quieras. Estamos ya a ese nivel. Pero todos son iguales, que la falsificación no es patrimonio del PSOE, que conste. Lo que pasa es que unos dimiten y otros se quedan. Pero caras de cemento tienen todos ellos.