Cartagena de Indias es la ciudad con mejores colores de América. Ciudad patrimonio mundial reúne en sus calles todo el color de esa América alegre que se aleja del sectarismo de algunos bobos, como el mejicano López Obrador, que confunden el culo con la historia. O como la sefardita Sheinbaum. La profesora de la Universidad de La Laguna Carmen Rubio, que se encuentra en Colombia dictando clases y conferencias en universidades de aquel país, nos ha enviado una colección de fotografías en su recorrido por la ciudad de Cartagena de Indias, aquella que fue la favorita del escritor Gabriel García Márquez, en la que vivió. El paisaje pequeñito, desde sus comercios a sus aldabas, a su artesanía, muchas cosas recuerdan a La Laguna, sobre todo su arquitectura, aunque más colorista, porque el cielo es más azul y el mar la baña, ese Caribe que tanto inspira para el folklore, para la pintura, para la escultura e incluso para la moda.
Una moda colorista y llena de contrastes que hace de la urbe caribeña un plató inmenso. Se esforzó Carmen, y lo consiguió, en tomar bellísimas fotos que incluyen el color de América, ese color que América ya tenía cuando llegamos. Destaca Carmen en sus mensajes la amabilidad de la gente y la solidaridad de sus compañeros docentes, especialistas en toxicología, que adiestran a los campesinos en las tareas de renovación de la tierra de sus cultivos. Las mismas preocupaciones universitarias que aquí y el mismo cariño que los profesores de La Laguna demuestran a los visitantes que vienen a nuestra tierra, deseosos de compartir conocimientos. Cartagena de Indias es una bendición para el turismo que llega, ilusionado, sin que nadie lo moleste, a admirar la ciudad, que llena sus tiendas y se lleva lo mejor de las labores de un pueblo que sabe hacer de todo. Con un gusto exquisito. Calles de piedra, balcones increíbles, tan parecidos a los nuestros, colores vivos que lo alegran todo, una música que no cesa, desde un vallenato a una cumbia. García Márquez era un buen cantante de vallenatos, él mismo se regodeaba de ello en sus historias. Muchas gracias a la catedrática Carmen Rubio por estas fotos, que nos recuerdan viejas estancias en Cartagena de Indias, una ciudad que cautiva a todo el mundo. Aquí no caben las excepciones. Cuando brilla el sol y el Caribe acaricia sus playas, la ciudad sonríe con todos sus colores regalados a propios y extraños, en medio de calles tranquilas, transitadas o solitarias, que muestran al mundo la fuerza del Caribe.