Bomba lapa, no; bomba mejillón

Corren bulos de que un ex capitán de la UCO, que al parecer está al servicio de Ayuso en la Comunidad de Madrid, iba por ahí amenazando con una bomba lapa “en los bajos” de Sánchez. La Sexta ha rectificado y reconoce que dio la información al revés, pero “El Debate” y otros medios han contado con pelos y señales el bulo, el mal entendido, la mala leche del PSOE y de sus medios afines, cambiando la historia, y toda la basca. Y dicen que el Gobierno alimenta ese bulo, que a mí me parece cosa de niños chicos, chascarrillos de patio de colegio. Y yo añado, así, de vacilón, sin tener puta idea del lance. Primero, Sánchez no tiene coche. Usa gratis el blindado que tiene asignado.  Dos, ese es el mismo bulo que usan los dictadores latinoamericanos de mayor peso para darse autogolpes o para culpar a la oposición de sus desmanes: falsos atentados (Maduro es especialista). Y tres, que en estos tiempos y con la corte de escoltas de Sánchez, ni bomba lapa, ni bomba mejillón. Y, lo principal, Ayuso es una persona decente y no se le puede calumniar de esa manera, ni creo que esté en conspiraciones violentas; decir eso de ella es un disparate y una temeridad. Los que no son decentes son los que constantemente la persiguen, a ella y a su familia, desde el PSOE y acólitos, porque no la pueden derrotar en las urnas. Así que, concluyo: ni bomba lapa, ni bomba mejillón, ni bomba pulpo. Todo mentira y todos esos bulos no son más que los estertores de un régimen que agoniza. Les animo a que vean un video que publicamos desde hoy sobre las prácticas socialistas para lograr la dictadura silenciosa. Es terrible, a mí me ha dejado de piedra. Lo que tiene que hacer Pedro Sánchez es marcharse, ahora que todavía puede, y no meterse en más batallas que al final va a perder, porque no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista. Las urnas lo van a echar a patadas, porque ha convertido a este país en un infierno, lo ha dividido, lo ha llenado de odio, ha logrado una persecución fiscal que ha sido denunciada internacionalmente, ha permitido la corrupción de su familia y de sus más cercanos colaboradores y ha convertido a España en un despojo. Y, por favor, no jueguen con la violencia, que bastante tuvimos ya con la que practicaron algunos de los hoy amigos y aliados de Sánchez, que esos sí que llenaron de sangre el país. Eso sí que fue serio y trágico, no lo de la chimba bomba pulpo, mejillón o calamar.