Los auriculares Bluetooth se han convertido en compañeros casi inseparables de nuestro día a día: los usamos para teletrabajar, para acabar de ver una serie en el móvil, para ir al gimnasio o simplemente para desconectar escuchando música. Pero aunque aparenten ser todos iguales, no lo son: elegir unos buenos auriculares inalámbricos implica tener en cuenta varias variables técnicas y de uso, y reflexionar sobre lo que realmente necesitas para no pagar por funciones que no vas a aprovechar.
Para empezar, uno de los aspectos fundamentales es el códec de audio, o cómo se codifica y transmite el sonido entre tu dispositivo y los auriculares. No todos los códecs son iguales: el más básico es el SBC, que está presente en casi todos los dispositivos Bluetooth, pero su tasa de bits es relativamente modesta, lo que puede limitar la calidad del audio. Si usas un iPhone, es probable que tus auriculares empleen AAC, que ofrece un rendimiento decente, especialmente en el ecosistema Apple. Pero si lo que te importa es realmente una experiencia sonora más rica, códecs como aptX, aptX HD o su versión más avanzada aptX Adaptive pueden marcar una diferencia, especialmente en dispositivos compatibles. En el caso de marcas como Sony, también existe el códec LDAC, que permite tasas muy altas y transmite más datos, lo que se traduce en una mejor fidelidad. Por otro lado, para quienes buscan alta resolución a través de Bluetooth, el LHDC es una alternativa potente, con bitrates elevados para una gran calidad. Y no hay que olvidar códecs más recientes como el LC3, especialmente relevante cuando se usa Bluetooth Low Energy.
Pero el códec no solo afecta la calidad del sonido: también tiene un impacto directo en la latencia, es decir, ese molesto retraso entre lo que sucede, por ejemplo, en la pantalla de una película o un videojuego, y lo que estás escuchando. Si tu uso principal implica ver vídeos o jugar, conviene buscar auriculares que minimicen ese desfase. Algunos modelos incorporan códecs diseñados para baja latencia, como aptX Low Latency, que reducen el delay hasta niveles casi imperceptibles. Usuarios acostumbrados a ajustar este aspecto han reportado mejoras significativas al cambiar el códec desde las opciones del sistema o usando perfiles específicos.
Otro pilar clave es la autonomía. Al estar conectados de forma inalámbrica, los auriculares dependen de su batería, y su duración varía en función de varios factores: la capacidad del acumulador, la eficiencia del chip Bluetooth, si tienes activada la cancelación de ruido activa (ANC), o si utilizas funciones extra. Por ejemplo, algunos modelos más modestos ofrecen muchas horas de uso si no se usa el ANC, pero esa cifra puede caer mucho cuando dicha función está activada.
Hablando de cancelación de ruido, hay que distinguir entre aislamiento pasivo y cancelación activa. El aislamiento pasivo depende simplemente del diseño físico de las almohadillas o de la propia forma de los auriculares: cómo encajan en la oreja o cuánto cubren, lo que ya ayuda bastante contra el ruido. La cancelación activa, por su parte, usa micrófonos para “escuchar” el ruido exterior y generar una señal contraria que lo anula, lo que es especialmente útil en ambientes ruidosos como trenes o aviones. Eso sí, el ANC suele penalizar la batería, así que hay que sopesar si lo vas a utilizar mucho.
La forma de los auriculares también importa: unos over‑ear (diadema) resultan cómodos para sesiones largas, ofrecen muy buen aislamiento y suelen tener baterías generosas, pero son menos portátiles. Los on‑ear son más ligeros pero aíslan menos, y los in‑ear o true wireless son los más compactos, ideales para moverse, aunque dependen de la funda de carga para recargar su batería.
La versión de Bluetooth que usan los auriculares puede marcar la diferencia en alcance, estabilidad y consumo. Las versiones más modernas, como Bluetooth 5.x, ofrecen mejoras sustanciales en esos aspectos, así que es recomendable comprobarlo si vas a usarlos con dispositivos recientes.
Además, hay muchas funciones extra que pueden ser muy útiles o, al contrario, innecesarias dependiendo de ti: algunos modelos tienen modo transparencia (para oír lo que pasa a tu alrededor), conexión multipunto (pueden estar conectados a dos dispositivos a la vez), sensores que detectan cuándo te quitas un auricular para pausar la música, controles táctiles, micrófonos para llamadas, etc.
Entonces, ¿qué deberías preguntarte antes de comprar unos auriculares Bluetooth? Vale la pena reflexionar sobre el uso principal que les vas a dar: si vas a escucharlos mientras trabajas en casa o en la oficina, si tu prioridad es la música, o si los quieres para gaming o para pelis. Eso te ayudará a decidir si necesitas baja latencia o un códec de alta calidad. También deberías pensar cuánto tiempo los vas a usar cada día para valorar la importancia de la batería. Si vas a desplazarte mucho o viajar, quizá el ANC es muy atractivo; si solo los usarás en casa, puede que no te compense su gasto energético. Otro punto es la comodidad: ¿te importa que sean pesados o prefieres algo compacto y ligero? Y, por supuesto, considera qué tan compatibles son con tus dispositivos: si tu teléfono no soporta el códec más avanzado de los auriculares, no estarás aprovechando todo su potencial.
Al final, se trata de equilibrar lo que necesitas, cuánto estás dispuesto a gastar y qué sacrificios te importan menos (peso, batería, funciones extra). Comprar bien unos auriculares Bluetooth no es tan solo elegir lo más caro, sino elegir lo que realmente maximiza tu experiencia personal.





