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Hoy toca miscelánea. 20 homicidios se han cometido en Canarias en el primer semestre del año 2025. Eso se cuenta en los años setenta y la gente se encierra en sus casas. Somos muchos ya, vienen cada año más de 12 millones de turistas. En realidad, con el alquiler vacacional ya no se sabe ni cuántos vienen. Más los dos millones y pico que viven aquí. Esto no hay quien lo resista. Añadan a los ilegales, menores y mayores. Es insoportable. Ya no hay quien se mueva por carretera. Tengo el coche en el garaje desde hace quince días. ¿Para qué lo saco? ¿Para mandar a tomar por saco a los guardias, a la población civil, al resto de los conductores y al público en general? Pero voy a los asesinatos y a los homicidios, que a veces coinciden y a veces no: significa este aumento el 233% con relación al año pasado. Es muy fuerte, señores. El colmo: Australia embarga a España 469 millones de euros por los impagos de Ribera y Aagesen a las renovables. Es decir, que esas dos ministras quieren que paguemos, pero ellas no pagan la deuda de España. Este Gobierno tiene que salir de estampida, más pronto que tarde, porque es un Gabinete de incompetentes irredentos. Y, además, sus miembros no conocen lo que es la vergüenza. No me alegro de que Sandra García-Sanjuán, a la que admiro mucho, tenga a su empresa en la black list de la hijoputesca Agencia Tributaria española. Concretamente, la cantidad que dice Hacienda que la empresa de Sandra le debe asciende a 630.859 euros. Me faltan los céntimos. Unos roban y otros trabajan para pagarles los sueldos a los que roban y Sandra es una persona decente, que lo que hace es trabajar. Ahora la arrincona Hacienda, que cuando ve a un famoso que no le gusta, lo ejecuta. Todo mi apoyo para esta tinerfeña, hija de una familia amiga, que no merece esta persecución. Yo tampoco la merezco y a mí me ha fallado en contra hasta el tribunal presidido por el bandido que cobraba mordidas para quitar multas a empresas en el Tribunal Económico Administrativo Central. Delincuentes, sinvergüenzas, ladrones. Así está España, con el sátrapa en Andorra, emulando a Federico Martín Bahamontes, que en paz descanse. Y la mil veces imputada, con él, de escudera. Que viva la revolución. Así está la cosa.