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lunes, 1 diciembre,2025

Arico, el “último sur” que deja de ser barato

Según los datos del portal Idealista, es el municipio de Canarias donde más ha subido el precio de la vivienda en el último año: un 33% interanual

Normalmente no sale en las estadísticas y por eso sorprende. Hablando de la subida del precio de la vivienda en Tenerife uno pensaría en Granadilla, con la pujanza de El Médano, el área metropolitana o los siempre alcistas municipios turísticos.

Pero no, ha sido Arico el municipio que se ha colado de golpe en el mapa inmobiliario regional. Según los datos del portal Idealista, es el municipio de Canarias donde más ha subido el precio de la vivienda en el último año: un 33% interanual, hasta los 2.155 euros por metro cuadrado.

Son cifras de mercado, no estadísticas oficiales, pero sí marcan una tendencia clara: algo se está moviendo en un municipio tradicionalmente asociado a la agricultura, a pequeños núcleos costeros y a un turismo mucho más discreto que el de Adeje o Arona.

Ahora lidera la subida de precios por diversas circunstancias que confluyen.

El municipio “barato”

Durante años, Arico ha sido el “hermano menor” del sur. Mientras los grandes polos turísticos consolidaban hoteles, centros comerciales y avenidas llenas de apartamentos, sus núcleos, tan reconocidos como El Porís, Abades, Arico Viejo, La Jaca o Tajao, se mantenían en otra escala, con edificios más pequeños y menos densidad de población. Eso se traducía en precios de vivienda contenidos.

Con el tiempo, el encarecimiento de la vivienda en otros municipios del sur ha generado un efecto arrastre. Cuando comprar o alquilar en Adeje, Arona o incluso Granadilla se vuelve prohibitivo para muchas familias o pequeños inversores, la mirada se desplaza unos kilómetros.

Y Arico, bien situado respecto al aeropuerto Tenerife Sur y con un clima muy estable, aparece como “el último sur” donde todavía encontrar algo “asequible”.

Si a esa percepción le sumamos el interés de quienes buscan casa para teletrabajar, vivir más tranquilos o tener una segunda residencia a pie de mar, la demanda se dispara en un mercado que, de entrada, era pequeño.

Vivienda vacacional

Otro ingrediente clave es el auge de la vivienda vacacional y las segundas residencias. Aunque Arico no es un destino masivo, sus pueblos costeros tienen todo lo que muchos viajeros y propietarios buscan: mar, buen tiempo todo el año, cierta autenticidad y menos saturación que otros enclaves.

Así que la lógica te lleva a querer comprar antes de que suba el precio, algo que ya se veía venir. Las viviendas que antes estaban en manos de residentes o familias locales se transforman, unas en casas vacacionales y otras se destinan a alquiler de media estancia para gente que viene a pasar el invierno, trabajar a distancia o combinar estancias largas con turismo activo.

El resultado final es que hay menos viviendas disponibles para alquiler o compra, y las que salen al mercado pueden hacerlo a precios más altos porque encuentran demanda.

Además, Arico no cuenta con grandes promociones en marcha. Es un territorio amplio, con muchos núcleos dispersos, barrancos, zonas protegidas y un planeamiento que, en la práctica, limita bastante dónde y cuánto se puede construir.

Eso hace que la oferta de vivienda nueva sea limitada y que buena parte del mercado se base en vivienda ya existente. Por eso no hace falta una avalancha de compradores, basta con que los que antes miraban otros municipios empiecen a incluir Arico en su lista de opciones.

Los ariqueros, los perjudicados

Mientras todo esto ocurre, la capacidad económica de muchos en el municipio no se dispara al mismo ritmo. Arico sigue teniendo una base importante de empleo ligado al sector primario, a la construcción y a servicios con sueldos medios ajustados.

Para una familia joven que vive y trabaja allí, afrontar una hipoteca o un alquiler calculado sobre valores que se disparan un 33% puede ser sencillamente imposible.

De fondo, el riesgo de expulsión silenciosa de parte de la población local hacia zonas más interiores o hacia otros municipios. Quien no puede competir con un comprador que viene de fuera con más ahorros, con capacidad de inversión o con un salario de otro mercado laboral (¡cualquiera!), se queda directamente fuera del juego.

También puede ser (aunque no pongamos mucha confianza en ello) que parte de este crecimiento sea coyuntural y que los precios vuelvan a descender, pero Arico encaja en el patrón que se está viendo en otras zonas de Canarias, donde la presión inmobiliaria ya no se queda solo en los grandes focos turísticos sino que va colonizando municipios que hasta hace poco se percibían como refugios tranquilos y relativamente baratos. Suma y sigue.

Redacción
Redacción
Equipo de Redacción de elburgado.com

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