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Cajasiete
lunes, 1 diciembre,2025

Alquiler turístico

En mi edificio, que tiene solo cuatro viviendas, dos las han convertido en alquiler turístico. Y los inquilinos, cuando no arman unos escándalos impresionantes, aparcan en el garaje donde no deben, molestan a los otros vecinos, gritan por el patio de luz a altas horas de la noche, dejan las llaves de los baños abiertas, el aire acondicionado gotea por sus balcones y moja el mío; un desastre. Estoy buscando algo para mudarme, pero mientras tanto, y a la vista de que nadie me ofrece protección, tendré que buscarme la vida. Todavía no sé cómo: si contratar a una empresa especializada en joder a los demás o si plantarme con una tienda de campaña a las puertas de la Policía Local, para que actúe. Ya veré. Lo de los pisos turísticos va camino de convertirse en una guerra civil entre vecinos, porque los que ocupan estas viviendas por una semana dan portazos, no tienen cuidado con las zonas comunes, sus niños ponen las manos sucias en las paredes, como son tantos utilizan mucho el ascensor y hacen a los demás la vida insoportable. Deterioran mucho el edificio. Pero España es el país de las contradicciones y de los disparates. Los dueños de los edificios cobran casi siempre en negro estos alquileres, pero Hacienda no les mete mano. Hacienda sólo va a lo fácil, a joder con declaraciones paralelas al que cumple con sus obligaciones tributarias. Cuando un país pierde el orden (mala política con los inmigrantes, con los okupas, con los delincuentes, etcétera) sume a sus habitantes en un caos y lo primero que me viene a la cabeza, a la vista de que no recibo nada a cambio de mis impuestos, es no pagar mis impuestos. Declararme objetor fiscal. Y como tengo ya la edad que tengo, pues me da igual, que venga la pérfida Agencia Tributaria a por mí. Una vez, en los tiempos del cólera, me llegó un soplo de que Hacienda me quería abrir una caja de seguridad que yo tenía alquilada en CajaCanarias. Saqué todo lo que había, por otra parte nada importante y mucho menos dinero, y metí un enorme caganer (el cagón catalán del portal de Belén), que fue lo que encontraría Hacienda si hubiese abierto la caja, que, la verdad, nunca me preocupé en averiguar. Conservo la llave de la caja, que es muy bonita y la mantengo como llavero y como recuerdo de los tiempos en que yo tenía algo que guardar, aunque fueran papeles. Porque ya, ni eso. Lo tiré todo. A tomar por culo.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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