A ver si nos dan una tregua

Dice Aldama que Mazú, la ministra de Hacienda, deberá comprarse una crema para ponerse en las manos, si las pone en el fuego por su jefe de Gabinete, cuando él saque la metralla de la mochila. Sostiene Aldama que el jefe del Gabinete de Mazú está cogido y más que cogido. Vamos a ver. También ha sido detenido, por corrupto, el jefe de la Guardia Civil en el puerto de Valencia. Parece que hizo la vista gorda a la entrada de más de una tonelada de coca. Pero, coño, entre éste y el jefe de la UDEF de Madrid nos están llenando el país de polvo. Aquí todo el mundo trinca, ¿o qué? Macron, en Francia, imita a Sánchez: no dimitirá. Agotará el mandado de la presidencia. Los gobiernos cambian, los presidentes quedan y más si son de una república. Nadie quiere abandonar el cargo, pero Francia está que arde, no por la corrupción, que de eso parece que no hay, sino por la política. De tanto despreciar a la extrema derecha, resulta que la extrema derecha y la extrema izquierda se unen para derrotar a un Gobierno moderado. Pero, hombre, esto qué es. Como diría el ilustre pensador Domingo de Laguna, “¡esto es el comunismo! El del puerto de Valencia instruía a agentes antidroga de Latinoamérica. Pues, miren ustedes, si los instruía de acuerdo con sus métodos, pobre Latinoamérica. Entrará de todo allí. También tenía un máster, como la Bego, esta vez en gestión portuaria. Pues que ni chiquita gestión la suya. Un prenda, el tío. A ver si alguien nos da una tregua y el llamado puente de la Constitución y de la Inmaculada nos deja descansar un poco, porque yo estoy un poco harto de andar, dale que te dale, al teclado y siempre hablando de asuntos de la corrupción nacional y de la política internacional. A ver si donde se va a vivir mejor –con Trump—es en los Estados Unidos. Han asesinado allí, por cierto, a tiros, que es como se asesina en USA, al CEO de una de las principales compañías de salud del país y han difundido la foto del asesino, que ya ha sido identificado. Hacía tiempo que no se cometía en USA un asesinato contra el jefe de una gran compañía. Yo recuerdo, en los ochenta, cuando se cargaron a aquel tipo de la Mafia en el Angelo´s, el restaurante de Litte Italy. Fui allí a comerme unos fetuchinis y me senté en la misma mesa. Cuando se lo pedí al camarero, no volvió a servirme él; mandó a un compañero. Tenían pánico a la Mafia en esa época. Y yo, en mi desconocimiento, haciendo bromas con la Cosa Nostra, en pleno cuartel general. Qué atrevida es la ignorancia. Pero yo siempre he querido vivir el Nueva York auténtico y la historia de la ciudad no quedaría completa sin el estudio de las andanzas de la Cosa Nostra. En el bar y en el restaurante del hotel Pierre se reunían los mafiosos que les daban generosas propinas a los camareros. Había un metre español, Albarracín se llamaba, que cada vez que le preguntaba algo sobre la Mafia se echaba a correr hacia la cocina. El Pierre es uno de los mejores hoteles de N.Y. Allí tenía, en su día, un apartamento don Juan de Borbón. Por sus pasillos transitaba Jacqueline Kennedy cuando iba a la ciudad, después de casarse con el naviero Onassis. En el Pierre estuve yo varias veces, una de ellas con Pepe Oneto, que en paz descanse, qué gran amigo y qué grandes viajes hacíamos. Coño, me ha salido otro Pipol, pero así descanso de tanta mamandurria como la que se produce en este país miserable, peor gobernado que nunca. A la Bego le van a buscar cuentas en el extranjero. Claro, si en España no tiene más que 40,25 euros las perras tienen que estar fuera. U ocultas bajo una baldosa de la cocina de La Moncloa. ¿O no? Llamaré a Albarracín para que me eche una mano.