El Gobierno francés ha reforzado este fin de semana su campaña nacional de vacunación masiva contra la dermatosis nodular contagiosa bovina, con el objetivo de inmunizar a más de 750.000 cabezas de ganado en el suroeste del país ante un reciente brote de esta enfermedad vírica que afecta exclusivamente a bovinos. La decisión se centra en evitar sacrificios masivos de rebaños, una medida obligatoria por normativa sanitaria que ha sido duramente criticada por agricultores y ganaderos.
Este sábado 21 de diciembre, el despliegue incluyó la participación de veterinarios militares franceses, movilizados para apoyar a los servicios civiles y acelerar la administración de vacunas en áreas rurales de difícil acceso, donde el virus ha tenido mayor incidencia en los últimos días.
La campaña combina existencias previas de vacunas con la importación de dosis adicionales desde los Países Bajos y la coordinación logística de las Fuerzas Armadas para su transporte y administración. Esta movilización responde tanto a la necesidad sanitaria como a la creciente presión social de los agricultores, que rechazan el sacrificio obligatorio de animales ante cada nuevo foco detectado, alegando que destruye medios de vida y resulta exagerado frente a la amenaza real para la salud pública y animal.
A pesar de estas tensiones, el Gobierno insiste en que las acciones son necesarias para contener la enfermedad y proteger el estatus sanitario del sector ganadero. Por otra parte, el esfuerzo por acelerar la vacunación busca limitar la extensión de la dermatosis y reducir la necesidad de aplicar medidas de sacrificio obligatorio, que desde junio han afectado a miles de animales en diversas regiones del suroeste francés.
El brote de dermatosis nodular contagiosa no representa riesgo para la salud humana pero sí puede causar pérdidas económicas significativas en la producción de carne y leche.







