Este domingo volvimos a acudir, como cada fin de semana, a acompañar al Club Deportivo Tenerife Femenino en el Heliodoro Rodríguez López. En la grada coincidimos con los presidentes del equipo masculino y femenino, y también con un rostro querido en la Isla y en Hispalis: Pierluigi Cherubino, figura entrañable para el Tenerife y mito eterno para el beticismo, que nunca pasa desapercibido por el afecto que suscita.
El partido dejó un sabor agridulce. Las blanquiazules firmaron una primera parte de enorme nivel, con ritmo, precisión y dominio. El 2-0 parecía encarrilar una tarde de fiesta, pero el Granada reaccionó tras el descanso y acabó firmando un empate (2-2) que, pese a mantener la buena dinámica del equipo, retrasa una vez más la llegada de la primera victoria en casa.
Una primera parte de manual y un giro inesperado
Al término del encuentro, el segundo entrenador, Jon Ander, valoró el choque sin rodeos: “El plan nos salió muy bien en la primera parte a nivel posicional. Encontramos las ventajas que queríamos y el equipo hizo un muy buen trabajo con balón, algo que se vio reflejado en el 2-0”, explicó. El tanto encajado justo antes del descanso —“que les dio alas”— cambió la inercia.
En la segunda mitad, el técnico reconoció que “nos costó más. Ellas ajustaron bien y el balón nos duraba muy poco”. La ocasión más clara llegó en un mano a mano de Sakina, que pudo sentenciar: “Si hubiese entrado, el partido habría cambiado por completo”.
Pese al empate, Jon Ander subrayó que la evolución del equipo es evidente: “El hecho de no haber ganado aún en el Heliodoro parece que nos resta valor a lo que estamos haciendo. A nivel numérico y de juego hemos dado un paso adelante y somos el mejor equipo fuera de casa. Si miras la clasificación y los puntos, todos habríamos firmado este inicio”.
También destacó el regreso de Koko, celebrado por la afición: “El griterío y las sonrisas reflejan lo querida que es. Más allá de lo emocional, nos va a aportar muchísimo en lo futbolístico”.
Natalia Ramos: “Un empate con sabor agridulce, pero seguimos creciendo”
La central Natalia Ramos coincidió en la mezcla de sensaciones:
“Es un empate con sabor agridulce. Hicimos muchas cosas bien, sobre todo en la primera parte. Después del descanso nos condena un poco”.
Subrayó además la importancia de corregir detalles: “Tenemos que modificar errores para la próxima y mantener la misma ambición. La ocasión de Sakina hubiera cambiado el partido”.
En lo personal, destacó su satisfacción por el gol y por el crecimiento colectivo: “Seguimos teniendo resultados positivos y estoy segura de que pronto llegará la victoria”.
Mirando al próximo domingo: todo pasa por el Heliodoro
El Tenerife ya piensa en su próximo reto: el domingo 23 de noviembre, nuevamente en el Heliodoro —esta vez ante un exigente Atlético de Madrid—, con la oportunidad de transformar las buenas sensaciones en una victoria frente a su afición.
Una mañana de Domingo con fútbol, intensidad y figuras de referencia en la grada. Y, como siempre, con un equipo que compite, emociona y promete dar la batalla hasta el último minuto.
