Los servicios de inteligencia de Ucrania (HUR) han anunciado que sus equipos especiales lograron “sabotear con éxito” el triple oleoducto conocido como “Anillo”, una arteria de suministro de combustible clave para el ejército ruso. Según el comunicado oficial, los tres conductos —por los que Rusia transportaba gasolina, diésel y combustible de aviación— explotaron de forma simultánea, lo que, según Kiev, representa un duro golpe a la logística militar de Moscú.
La operación habría tenido lugar en la región de Moscú y afectó a un ramal que abastece combustible a las fuerzas rusas desde refinerías ubicadas en Ryazan, Nizhni Novgorod y la propia capital. HUR sostiene que el oleoducto tenía capacidad anual para transportar hasta 3 millones de toneladas de combustible para aviones, 2,8 millones de toneladas de diésel y 1,6 millones de toneladas de gasolina, cifras que ilustran la magnitud del impacto.
El jefe de los servicios ucranianos, Kyrylo Budanov, aseguró que esta operación ha “superado” en efecto las sanciones internacionales a Rusia, al dañar directamente una infraestructura crítica del esfuerzo bélico del Kremlin.
Por su parte, el Gobierno ruso aún no ha ofrecido una versión oficial detallada sobre lo sucedido. Sin embargo, los analistas ya han advertido que si la información resultara veraz, podría tener consecuencias estratégicas relevantes en el frente oriental y aumentar aún más la presión sobre la logística militar rusa.
La destrucción de ese ramal de oleoducto podría obligar a Moscú a desviar recursos para reparar o reconfigurar su sistema de aprovisionamiento.
