La administración de Donald Trump ha autorizado de manera secreta a la CIA a ejecutar operaciones encubiertas en Venezuela y el Caribe, según reveló este miércoles The New York Times. El permiso, otorgado mediante un documento de inteligencia presidencial, amplía las capacidades de la agencia, que ahora podrá llevar a cabo acciones letales, ya sea de forma unilateral o en coordinación con operaciones militares más amplias.
La medida busca intensificar la presión sobre el presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien Washington acusa de narcotráfico y considera ilegítimo. Estados Unidos mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
Fuentes citadas por el diario señalan que el Pentágono ha elaborado posibles escenarios de ataque, con unos 10.000 soldados estadounidenses ya desplegados en la región, principalmente en Puerto Rico y buques en el Caribe. En las últimas semanas, la Armada de EE. UU. habría interceptado embarcaciones vinculadas al narcotráfico, con un saldo de al menos 27 muertos.
El endurecimiento de la postura de Washington coincide con la suspensión de las gestiones diplomáticas de Richard Grenell y un refuerzo del dispositivo militar en la zona. La decisión llega además pocos días después de que el Premio Nobel de la Paz fuera concedido a la opositora venezolana María Corina Machado, hecho que habría causado malestar en Trump.
La estrategia hacia Venezuela, impulsada por el secretario de Estado y consejero de Seguridad Nacional Marco Rubio junto al director de la CIA, John Ratcliffe, combina presión económica, diplomática y militar. Ratcliffe había anunciado previamente su intención de adoptar una postura “más agresiva” en las operaciones de inteligencia.
Históricamente, la CIA ha participado en operaciones encubiertas en América Latina, desde Guatemala y Cuba hasta Chile y Nicaragua. La nueva autorización marca un retorno a ese tipo de intervenciones.
