Estados Unidos ha duplicado la tarifa del permiso ESTA, utilizado por viajeros de países con exención de visa, que pasa de 21 a 40 dólares a partir de este martes, según informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). El incremento forma parte de una serie de ajustes incluidos en la ley HR-1, conocida como One Big Beautiful Bill Act, que también eleva otros costos vinculados a la entrada al país.
El ESTA, siglas en inglés de Sistema Electrónico de Autorización de Viaje, permite estancias de hasta 90 días sin necesidad de visa. Es válido por dos años, o hasta el vencimiento del pasaporte, y puede usarse en múltiples viajes. La medida afecta a más de 40 países del programa, entre ellos España, Chile (único latinoamericano), Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón e Israel.
Los viajeros que ya cuentan con un ESTA vigente podrán seguir utilizándolo hasta su expiración, mientras que quienes soliciten uno nuevo deberán abonar la nueva tarifa. Según el Registro Federal, el aumento responde a un ajuste anual ligado al Índice de Precios al Consumidor, por lo que podría haber nuevas subidas a partir del próximo año fiscal.
Además del ESTA, se han encarecido otras gestiones: la tarifa del formulario I-94 para quienes ingresan por tierra sube de 6 a 30 dólares, y los ciudadanos chinos deberán pagar 30 dólares por la inscripción en el sistema EVUS.
Otro incremento pendiente es la llamada “tarifa de integridad de visa”, de 250 dólares, que se aplicará a solicitantes de visas de no inmigrante como estudiantes, turistas o trabajadores temporales. Este pago funcionará como un “depósito reembolsable”, que podrá recuperarse tras el viaje, aunque aún falta coordinación entre agencias para ponerlo en marcha, según el Departamento de Seguridad Nacional.
La administración estadounidense subraya que estas medidas buscan actualizar las tarifas conforme a los costos de procesamiento y a la inflación, aunque han generado debate en torno a su impacto en los viajeros internacionales.





