Afganistán amaneció este martes sin acceso a internet y con severas restricciones en las comunicaciones telefónicas, en lo que organizaciones internacionales describen como un apagón total que profundiza el aislamiento del país. La medida ocurre semanas después de que los talibanes interrumpieran la fibra óptica en varias regiones con el argumento de frenar las «actividades inmorales».
El observatorio digital NetBlocks confirmó una caída masiva de la conectividad en todo el territorio, mientras que datos internos recopilados por Proton VPN señalan que el acceso a la red ha sido completamente bloqueado. Según la cadena afgana Amu TV, el corte comenzó el lunes a las 17.00 hora local con la suspensión de la fibra óptica, seguida de la interrupción progresiva de la telefonía móvil, que podría degradarse a conexiones de segunda generación (2G).
Los talibanes no han ofrecido hasta ahora una explicación oficial sobre la decisión, aunque desde su regreso al poder en 2021 han impuesto restricciones sistemáticas en todos los ámbitos de la vida pública conforme a su interpretación estricta de la sharía. En septiembre, el gobernador de la provincia de Balj, Haji Zaid, anunció que se establecería un sistema alternativo para cubrir las necesidades esenciales de comunicación. Sin embargo, dicho mecanismo no ha llegado a implementarse.
El impacto del apagón se extiende más allá de la población civil. Agencias internacionales han perdido contacto con sus oficinas en Kabul, mientras que los servicios de televisión por satélite y el internet móvil sufren graves interrupciones. También se han cancelado y desviado vuelos debido a la falta de comunicaciones en el espacio aéreo afgano.
La organización Nai in Exile, con sede fuera del país, denunció la medida como una «gran traición» contra los ciudadanos, al considerar que bloquea el acceso a la educación, la información y las oportunidades de ingreso. «Forma parte de los esfuerzos de los talibanes por silenciar a la población e impedir que se comunique con el exterior», señalaron en un comunicado.
El apagón afecta a más de 43 millones de personas en un nuevo golpe a la ya precaria vida cotidiana bajo el régimen talibán.





