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Ayer falleció en Madrid, a los 56 años, en el hotel donde se alojaba, la escritora, ex política, abogada y doctora en Arquitectura, Dulce Xerach Pérez. Estaba casada con el famoso arquitecto tinerfeño Fernando Martín Menis.
Autor de novelas del género negro de éxito, con el personaje de María Anchieta como protagonista, Dulce Xerach Pérez ejerció como consejera del Cabildo de Tenerife, como alto cargo en el Gobierno de Canarias y se especializó también en gestión cultural.
Su labor fue determinante para la creación del TEA, espacio de las artes donde se alberga la colección permanente del célebre pintor surrealista lagunero, Óscar Domínguez. También creó el espacio cultural El Tanque, aprovechando un viejo depósito de petróleo de la refinería de Santa Cruz. Una iniciativa novedosa que dio la vuelta al mundo, en su día.
Estaba casada con el arquitecto Fernando Martín Menis desde hacía años e impartía clases en la Universidad Europea en Villaviciosa de Odón (Madrid) y en Santa Cruz de Tenerife. Perteneció durante su carrera política a Coalición Canaria. Había realizado un doctorado en Arquitectura, también en la Universidad Europea. Su carrera de Derecho la llevó a cabo en la ULL.
Se le consideraba como una verdadera experta en la materia de arquitectura que impartía y fue una política entusiasta y eficaz. Estaba retirada de estas actividades públicas, pero se convirtió en una escritora de éxito, dentro del género negro.
En el Cabildo de Tenerife realizó una labor brillante, en el terreno cultural, potenciando las publicaciones de autores canarios y colaborando muy activamente, en el referido ámbito cultural, con el entonces presidente y también fallecido Adán Martín Menis, que fue quien realmente la inició en el terreno de la política.
Su fallecimiento repentino –murió durante una estancia profesional en Madrid, en la habitación del hotel— ha causado gran impacto y pena en los ámbitos sociales y políticos de las islas. Era una mujer con una gran personalidad, eterna sonrisa, dotada de una enorme capacidad de gestión y de un correctísimo modo de actuar en el terreno de lo público. Al margen de ser una excelente persona.
Descanse en paz esta gran tinerfeña y reciban sus familiares, en especial su marido, Fernando Martín Menis, el testimonio más sincero de nuestra condolencia.
