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Si es verdad que Hacienda premia al que delata a un supuesto defraudador, o al menos lo admite, ¿por qué no investiga de dónde procede la riqueza de Rodríguez Zapatero? ¿Con qué dinero se ha comprado sus chalets y cuánto le han pagado Maduro y los chinos por sus curiosas intermediaciones? ¿O es que lo hace gratis?

Yo sé que el CNI tiene datos muy precisos, pero no valen para nada, porque nadie sabe si el CNI trabaja para el Estado o para Sánchez. Si la inteligencia española trabaja para Sánchez, Zapatero está salvado. Nos quedan la CIA y las otras agencias americanas, que lo tienen en el punto de mira, pero estos no se ocupan de las minucias de la renta, van a otros asuntos de mayor calado. Siempre nos quedará la UCO de la Guardia Civil, que hasta el momento no se casa con nadie. Zapatero, lo definió con exactitud suiza Arturo Pérez-Reverte, ha pasado de ser tonto a ser malo, mientras que Sánchez, por ejemplo, ha sido malo siempre. Es una sentencia inapelable la del autor de las series Alatriste y Falcó, académico y experto marino. Zapatero ha pasado de tonto a malo en unos años y yo añadiría que también ha pasado a ser muy rico. Hasta sus góticas mantienen negocios en Venezuela y el Bambi aquel de mofletes y cejas descabelladas es ahora el cómplice de Sánchez en unos cuantos enjuagues: la estrambótica historia de Delcy en Barajas, la apresurada salida de González Urrutia de Caracas y vete tú a saber de cuántas tropelías más. Si es verdad que Hacienda es magnánima y generosa con los delatores, ¿por qué nadie le informa a la temible, agresiva y a veces corrupta Agencia Tributaria (recuérdese el caso del presidente del Tribunal Económico Administrativo Central, que tuvo que dimitir por aceptar presuntas mordidas) de las andanzas de Bambi? España se encuentra en el ojo del huracán y Zapatero y Sánchez han estado juntos en Lanzarote y se ven frecuentemente en La Moncloa, por lo que parece. ¿Qué es lo que están tramando? ¿A santo de qué esa amistad? Bono, que está hasta el cuello de historias raras, es más discreto: va de Toledo a República Dominicana, al menos que se sepa, sin utilizar aviones oficiales del Ejército del Aire y del Espacio, aunque España de espacial no tiene mucho. Pero, ¿y Zapatero? ¿De dónde le viene el dinero? La Agencia Tributaria se lanza cual leona contra un periodista desgraciado que no declara 200 euros de una colaboración en la radio, pero contra estos caraduras no actúa. Los mantiene en la más absoluta impunidad. Por eso los contribuyentes que pueden irse, se van muy lejos. Como Shakira, harta de pagar impuestos a cambio de nada. Bueno, y harta de Piqué. Porque en España, con el sanchismo rampante, cada día se ven menos los impuestos. Lo que faltaba: ratas en el aeropuerto de Barajas. Han sido vistas, pero muchas, en las cintas de equipajes, en instalaciones interiores del aeropuerto y hasta en dependencias de la Guardia Civil. Un día vamos a tener un disgusto internacional con este aeropuerto, que una vez fue uno de los mejores de Europa y hoy está abandonado, al más puro estilo sanchista. Sucio y lleno de ratas. Sánchez no ve las ratas ni los mendigos de Barajas, no las verá hasta 2027, porque ahora opera en Torrejón con el viejo Falcon del caviar. Cuando vuelva a ser un ciudadano abucheado de a pie se dará cuenta del país que nos ha dejado. Un completo desastre. Eliminadas las chinches, que tenían fritos a los empleados del aeropuerto Adolfo Suárez, ahora aparecen las ratas. Bonito panorama. Cualquier día harán su entrada triunfal los cocodrilos y puede que hasta el dinosaurio de Augusto Monterroso. Me preguntan que por qué no viajo. ¿Para qué? Para ver miseria prefiero quedarme en mi casa.

He escuchado a Fernando Clavijo, ese genio de la política, hablar de que sería un error un pacto PP-Vox en Canarias. ¿Ah sí? Si Clavijo y su panda de amiguetes de CC tuvieran que pactar con Vox para gobernar lo harían sin pestañear. Parece que ve venir lo inevitable. Es el sino de los tontos. Es el Apocalipsis. Coalición Canaria no tiene conciencia, siempre ha carecido de ella y su existencia se sustenta sobre pactos de conveniencia, más o menos sólidos. Nunca ha sido un partido de verdad, sino una asociación de vecinos. Una comunidad del 13 Rúe del Percebe, nacida a partir de un chiringuito montado por cuatro alcaldes en un momento en que estaba de moda la canariedad y todas esas zarandajas. Clavijo es un chiquillo criado en los zapatones de Ana Oramas y Ana Oramas no ha arriesgado un euro en la iniciativa privada en su puñetera vida. Ha vivido siempre del cuento, del coche oficial y de un sueldo público.

Y traidorzuela sí que es, que se lo pregunten si no a Miguel Zerolo, que ahora sólo juega al golf y lo mejor que hace. No hay nada mejor para vivir muchos años que jugar al golf, aunque yo conozco a unos cuantos que la han palmado, se han caído a plomo antes de llegar al hoyo 18. En fin, que me entretengo yo de lo lindo contándoles a ustedes todo esto. Lo de las ratas me da repelús. ¿A sus señorías no? Por cierto, que ya se conocen detalles de la macrorredada del otro día, asunto que lleva un juzgado de Santa Cruz, operación montada con gran parafernalia. Parece que, como Matt Monroe, “alguien cantó”. Y tras el canto del gallo, pues se montó la operación. Creo que el abogado detenido es pariente de una antigua secretaria judicial, según me cuentan, el asesor no sé quién es y el personaje central es un gomero solemne en sus dos apellidos, que son iguales. Pero eso, la verdad, me interesa poco. Me alegro de que caigan los delincuentes, pero esta sección no es de sucesos. Amén.