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El rey de Marruecos, Mohamed VI, 62 años de edad y 26 de reinado, está grave. Naturalmente, nadie oficialmente sabe cuáles son sus dolencias, más allá de una operación reciente de hombro, pero todo parece apuntar al cáncer. Apenas puede andar, se vale de un bastón y cada vez es más asidua la presencia de su hijo y heredero, Moulay Hassan, en los actos oficiales. Le Monde habla de que en Marruecos existe un “clima de fin de reinado” y también se sabe que se registran intrigas palaciegas: el hermano del monarca intenta hacerse con el Reino, pero los derechos sucesorios corresponden a Moulay Hassan, de 22 años. La hija de Mohamed VI, Lalla Khadija, una hermosa joven de 18 años, permanece en un discreto segundo plano, lo mismo que su madre, Lalla Salma, de quien el rey Mohamed VI se divorció en 2018. La joven Lalla Khadija sabe cuatro idiomas a la perfección: árabe, francés, inglés y español. La bella exreina pelirroja viaja mucho por Europa y Estados Unidos y se ha mantenido alejada del foco mediático desde el momento de su divorcio. Es ingeniera informática, una mujer moderna, divertida, nacida en el seno de los Bennani, una buena familia marroquí. El rey alauita pasa temporadas en París, donde posee un palacete con vistas a la torre Eiffel, y otros dos castillos en Francia, además de los doce palacios que están a su disposición en Marruecos y otro en Zanzíbar. Se calcula en 5.700 millones de dólares –según Forbes– la fortuna del monarca, que tiene a su servicio personal unas 1.100 personas y 600 coches de alta gama en sus garajes. El mantenimiento de sus palacios en el país le cuesta al Reino de Marruecos un millón de dólares al día. Hace algunos años adquirió el palacete de París, de 1.600 metros cuadrados, valorado en 80 millones de dólares, en el distrito 7 de la capital francesa. Es su lugar favorito de residencia, aunque sus últimas vacaciones las pasó en Dubai. Puede que siga allí. Para completar sus lujosos objetos de ocio, diremos que el rey posee, entre otros caprichos, un yate valorado en 90 millones de euros y dos aviones Gulftream, el G 550 y el G 650. Yo he viajado en el primer modelo citado, el que disfrutaba mi amigo Paco Hernando –Paco el Pocero—y les aseguro que es una maravilla. Hice con ese avión varios trayectos dentro de España, recogí a Carlos Herrera y familia en Jerez, nos fuimos a Mallorca, volvimos a Madrid. El avión es una gozada. Paco Hernando, que en paz descanse (se lo llevó el covid), se lo cedió a Rocío Jurado, para llevarla y traerla a los Estados Unidos, cuando fue operada de cáncer. Pero Marruecos, y es a lo que voy, parece vivir aires de cambio, no exento de intrigas palaciegas. Me dicen que el hermano del actual monarca, Moulay Rachid, de 55 años, tiene ciertas expectativas de ocupar el trono, aunque el sucesor designado sea su sobrino Moulay Hassan, hijo de Mohamed VI y de Lalla Salma, su exesposa. A esperar acontecimientos, pues.