En plena conmemoración del Día de la Independencia de Ucrania, el Ministerio de Defensa ruso acusó a las fuerzas ucranianas de perpetrar una oleada de ataques con drones, entre ellos uno que impactó en la central nuclear de Kursk, provocando un incendio en un transformador auxiliar. La planta fue reducida a la mitad de su capacidad operativa, aunque «no se detectaron víctimas ni aumento en los niveles de radiación», según fuentes oficiales y organismos internacionales.
La madrugada del domingo, un dron ucraniano fue derribado por la defensa aérea rusa cuando se acercaba a la central. Tras impactar con el transformador auxiliar, estalló un incendio que obligó a reducir al 50 % la capacidad del reactor número tres. El fuego fue sofocado rápidamente por los bomberos, sin que se registrara ningún herido.
Las autoridades encargadas de la planta insistieron en que los niveles de radiación permanecieron dentro de los valores normales, sin alteraciones perceptibles. La confirmación llegó también desde la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que reafirmó la estabilidad del entorno nuclear en sus sistemas de monitoreo.
Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque no se limitó a la central nuclear: se interceptaron 95 drones en distintas regiones, incluido un ataque en la terminal petrolera de Ust-Luga, en el Mar Báltico. Ese enclave vital para las exportaciones energéticas rusas también sufrió daños causados por restos de drones interceptados.
El supuesto ataque con drones a la central nuclear de Kursk reaviva los temores globales ante los riesgos que implica el conflicto cerca de infraestructuras críticas. A pesar del daño material, no hubo consecuencias radiológicas ni humanas; sin embargo, la reducción de capacidad del reactor y el incendio subrayan los peligros inherentes a una escalada militar que no distingue entre fábricas, plantas energéticas o nucleares. El incidente pone otra vez en el centro la necesidad de protocolos internacionales estrictos para prevenir un desastre que en un solo golpe podría trascender fronteras y eras.





