Usted no está invitado

Solazándose en Lanzarote en compañía de sabe Dios quién, en unas largas vacaciones de recuperación física y síquica, Sánchez no ha sido invitado a las reuniones por videoconferencia de Trump con varios líderes europeos. Lo han dejado al margen y es lógico. Hoy, Sánchez es un líder europeo asediado por la corrupción de los suyos, corrupción que cada día se le acerca más y que afecta también, de momento, a su familia. A pesar de que la oficina de propaganda del presidente español ha alardeado de su conversación telefónica con Zelenski, lo cierto es que el Galgo de Paiporta tiene cada vez menos que decir en Europa y son otros los que están, con Trump, en el asunto de Ucrania. Ajeno a todo, Sánchez toma sus baños en Lanzarote, acompañado de su nuevo amigo Zapatero y parece que de Illa y de unos cuantos más, aunque los nombres no trascienden por el momento. Tranquilos, ya los conoceremos, más pronto que tarde. Lo que no hacen es salir a la calle, por miedo a ser abucheados, como es norma cada vez que Sánchez saca la nariz de La Moncloa, aunque no creo que le importe mucho. O sí, dada su extrema delgadez y cara chupada, porque con lo que tiene encima y con lo que le espera en otoño no es para estar bien precisamente. Y los líderes europeos, con Trump, le han dicho lo obvio: “Oiga, usted no está invitado”. El lógico, teniendo en cuenta la situación de España por un lado y el comportamiento de Sánchez con los Estados Unidos y sus alianzas con China, vía Zapatero, por el otro. Y su posición absurda contra Israel. Al final será Zapatero el que le dé la puntilla a su nuevo amigo. Pero ya dice el refrán que Dios los cría y ellos se juntan. Y esto es lo que les tenía que decir, por el momento.