Lo voy a contar antes de que prohíban los chistes, que creo que todavía no lo han hecho. Dicen en las redes que Yolanda Díaz ha propuesto que, en el fútbol femenino, el trofeo otorgado al más aplicado goleador de la competición liguera no se denomine Pichichi, en honor al legendario futbolista que le da nombre en la Liga masculina, sino Michichi, por razones obvias. La gente se lo ha tomado a coña y hay un vacilón con eso en las redes, lo que cabreará a las rancias y llenará de cachondeo a las no rancias y rancios, a los que el feminismo les importa un pito, como a mí. Que me dejen tranquilo en mi mundo solitario. Por cierto, asombrado estoy de la relevancia que han dado los periódicos a que Sánchez haya interrumpido sus vacaciones en La Mareta (aunque sin salir del palacete) para hablar por teléfono con Zelenski del acuerdo posible entre Putin y Trump para anexionar a Rusia territorios ucranianos, como parte de las conversaciones para detener una guerra, que está más muerta que los dinosaurios. Como si la opinión de Sánchez contara para algo, no ya en Ucrania sino en Europa, y como si Sánchez tuviera un ápice de capacidad para influir en lo que acuerden Trump y Putin. Y luego está la advertencia de Cayetana Álvarez de Toledo a Zapatero. Yo también lo dije ayer, no es por nada. Si Maduro tiene su cabeza puesta en precio (50 millones de dólares), a causa de su más que probable liderazgo en el Cártel de Sinaloa, que está llenando de droga los Estados Unidos, y si Zapatero es uno de sus hombres de confianza, cuidado Zapa, no vayas a meterte en un lío, queriendo o sin querer. Hay que huir de las amistades peligrosas. Eso es lo que le ha dicho Cayetana a Zapatiesta, que ahora está calentito en Lanzarote pero como los yanquis pongan precio a su captura, a ver dónde se mete, en qué follón. Yo de él me iría distanciando del animal de Maduro, por si las moscas, porque a Trump no se le pone nada por delante, como es público y notorio. Igual le mandan un comando para “extraerlo” e interrogarlo en una mazmorra, o en Guantánamo, aunque sólo sea para darle un susto, y luego lo devuelvan a León (de donde nunca debió salir) en una avioneta de la CIA. Así que así están las cosas. En un día tedioso, he comenzado con el trofeo Michichi y he terminado con Bambi. Parece un cuento.
lunes, 1 diciembre,2025





