En un incidente sin precedentes en Lituania, las autoridades de defensa han hallado un dron ruso cargado con explosivos en suelo lituano, despues de ser avistado sobre Vilnius, un suceso que ha desencadenado una petición de ayuda inmediata a la OTAN y ha elevado la alerta regional a niveles máximos.
Según confirmó el ministro de Exteriores en funciones, Kestutis Budrys, el artefacto —identificado como un dron modelo Gerbera, de fabricación rusa— apareció estrellado en un campo de entrenamiento militar en Gaiziunai. La aeronave transportaba hasta dos kilos de explosivos y, según las investigaciones preliminares, podría haberse desviado por errores de navegación tras ser derribada por la defensa aérea ucraniana. Lituania no descarta ninguna hipótesis y trata el hallazgo como un incidente grave que requiere atención urgente.
A raíz de este hallazgo, Budrys se puso en contacto con el Secretario General de la OTAN, solicitando apoyo para reforzar las defensas aéreas del flanco oriental. En su misiva, instó a desplegar capacidades de detección y neutralización de drones que incluyan incluso tecnologías aún en fase experimental. “Esto no es solo un problema para Lituania, sino para toda la OTAN”, declaró, subrayando la necesidad de actuar con rapidez.
El hallazgo llega tras otros incidentes recientes en los que drones procedentes de Bielorrusia violaron el espacio aéreo lituano, aterrizando o estrellándose cerca de la frontera sin causar daños materiales ni víctimas. En las primeras incursiones, se trataría de drones del tipo Gerbera, similares a los Shahed utilizados por Rusia en Ucrania como señuelos o vehículos explosivos. En principio, las autoridades descartaron intencionalidad, pero reconocieron que estos hechos evidencian vacíos en la defensa aérea y constituyen una estrategia de provocación híbrida por parte de Moscú y Minsk.
En respuesta, la OTAN ha ratificado que está «vigilante y lista para defenderse». Aunque no ha emitido un comunicado oficial específico sobre este incidente, altos representantes diplomáticos y militares han reiterado que cualquier violación del espacio aéreo de un Estado miembro es tomada como un riesgo serio. Se dispone ya de vigilancia aérea intensificada, incluidas misiones AWACS desplegadas en la base de Šiauliai, y refuerzos militares liderados por Alemania que llegarán progresivamente hasta 2027 con una brigada en Lituania.
El Gobierno lituano ha elevado su grado de alerta y ha reforzado sus sistemas antidrone, incrementando patrullas fronterizas, acelerando inversiones en tecnología de detección acústica e incorporando medidas de guerra electrónica para la protección del espacio nacional. Las autoridades han subrayado la necesidad de que la población mantenga la calma institucional y evitar alarmismos innecesarios, aunque reconocen la amenaza subyacente que estos incidentes representan.
Este episodio reafirma el creciente desafío que suponen las tecnologías no tripuladas en la estrategia militar contemporánea. Lituania, como primer país miembro de la OTAN en recibir un dron con explosivos en su territorio, se convierte en una advertencia clave para la Alianza: ante cualquier provocación, la respuesta deberá ser inmediata y coordinada.
