Peligro, el rey moro indulta a 20.000

Peligro, el rey moro de Marruecos acaba de indultar a 20.000 personas, 23 de ellas condenadas a muerte, con motivo de no sé qué jubileo, conmemoración o año santo, que vaya usted a saber. ¿Cuántos de estos delincuentes, confesos, presuntos, reos o lo que sea, van a saltar a la patera con destino a España? Pues supongo que muchos. Es el truco de Marruecos, el de la invasión silenciosa, que se está produciendo, lo quieran o no reconocer los que llaman fachas a todos los que denuncian las evidencias. Así que yo debo serlo. La noticia ha aparecido ayer en algunos medios y es el mismo truco que utilizó Fidel Castro con los Estados Unidos, cuando les mandó a los americanos toda la enfermería grave de la isla, además de la escoria carcelaria de Cuba. Ahora Marruecos suelta a 20.000 delincuentes, miles de los cuales acabarán en España, con casi toda seguridad, porque el moro Mohamed no da puntada sin hilo. Y eso que para poco por Marruecos, porque celebra sus aquelarres en un país centroafricano, no me acuerdo cuál, donde posee una estancia similar a sus palacios marroquíes. Cuando no se está dando un paseo con su enorme fueraborda por los peñones de soberanía española, porque la Guardia Civil de vez en cuando le saca fotos y se las manda a Marlasca, que vaya usted a saber en qué álbum las coloca. Pues sí, señores, el moro ha mandado soltar a 20.000 presos o a punto de serlo (porque están condenados pero en libertad) y esta gente les aseguro que en Marruecos no se queda, ni que la tropa citada está compuesta por querubines con trompeta. Bueno, con trompeta puede ser, pero querubines, ni de coña. Así que ojo al Cristo que es de plata. Y supongo que los agentes del CNI destacados en el lugar habrán informado convenientemente al ministro o ministra del ramo, pero visto el ramo de ministros que tenemos, lo mejor es echarse a correr, allende los Pirineos. Yo lo que digo es que el que avisa no es traidor y que no me fío nada del moro Mohamed, que utiliza las mismas malas artes que su señor padre, don Hassan II, paz descanse. ¿O es que ya no se acuerda nadie de la Marcha Verde en los tiempos en que Franco estaba comprando su billete para el otro mundo?