No cabe un bicho en La Palma

No cabe un bicho en La Palma, en las fiestas de la Virgen de las Nieves. Los enanos se multiplican. Miles de personas agotan las plazas de Binter, los aviones están llenos y La Palma es un hervidero. La Calle Real es una juega y hasta Antonio Alarcó se está pasando una temporada en La Palma, donde alterna el ocio con el trabajo. Que ni chiquitas ganas de aguantar a los palmeros. Pero La Palma es la isla más bonita del mundo, eso lo tengo claro. En El Hierro creo que también está todo el mundo, en la bajada herreña, que es menos vistosa que la otra, pero que, bueno, tiene sus adeptos. Yo prefiero quedarme en el Puerto, metido en mi casa y echándome siestas y viendo el poco fútbol del Mundial de Clubes. Esta tarde he visto por la tele un soporífero  partido entre el Chelsea y el Flamingo. Ganó el Chelsea, mañana juega el Madrid con el PSG y del ganador de este partido saldrá el otro finalista del domingo frente al Chelsea inglés. Yo creo que el de hoy es el partido de la final anticipada. En Madrid sigue la corrupción, ahora han trincado falsificando tabaco en Almería y metiendo insectos dentro de los cigarros, al padre de una de las dos adjuntos que le quedaban a la nueva secretaria de Organización, la sustituta de Cerdán. No se pierdan hoy la sesión del Congreso, en la que le darán duro a Sánchez, quien, aunque no lo crean, sigue ahí. No sé por cuánto tiempo, pero ahí sigue, con el apoyo de los Frankenstein, que cuando este periodo termine, esta legislatura me refiero, tienen menos porvenir que el sastre de Tarzán. Si les digo, no tengo las mínimas ganas de escribir, estoy hastiado de todo, harto de este país de mierda, lleno de escándalos y de personajes de estrambote que no le aportan nada. Mentecatos del todo arrimados al poder, como por ejemplo el Zapatero, al que ya le queda menos para coger el camino a la mazmorra. Será Hacienda quien dé el primer paso. Luego le mandarán inspectores a Bono. Más tarde investigarán las supuestas cuentas de Sánchez y de sus allegados en algunos países lejanos. Todo se va a saber, o casi todo. Y yo aquí, en el Puerto de la Cruz, aburrido, viendo mal fútbol. A ver si el Madrid me da hoy una alegría.