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Asensio tendrá que aprender a que no puede dejar a su equipo con 10, y menos en el minuto 7 de partido. Tendrá que moderar sus impulsos si quiere jugar en el Real Madrid. Ayer, el Pachuca mexicano estuvo a punto de complicar el partido al Madrid, pero al final se impuso la calidad individual del equipo que viste de blanco. Pitó un buen árbitro brasileño, que tiene calado a Vinicius, que se cree el rey del mambo, aunque ayer mejoró con relación al partido contra los árabes. Pero no puede estar más en el suelo que de pie.
“Con 10 se juega mejor que con 11”, dijo una vez Helenio Herrera. A veces es verdad. El equipo de Xabi Alonso, que volvió a repetir once inicial, se vio obligado a un sobreesfuerzo para no caer ante el entusiasta Pachuca, que tiró muchas veces a puerta, pero de muy lejos y ahí es difícil sorprender a Courtois. El gol que le metieron, que también fue un tiro de lejos, tropezó en Tchouameni y se desvió, porque el portero madridista ya tenía prácticamente controlada la trayectoria de la pelota.
Los mejores del Madrid fueron Courtois y Huijsen, que es tan buen central defensivo como pasador. Pero Trent Alexander-Arnold no se entera. Tendrá que adaptarse. Tras Valverde marcar el 3-0, en la segunda parte, a pase milimétrico de Brahim, Alonso dio entrada a Módric y Ceballos para parar el juego de los rivales, que sin embargo parecían agotados. Excelente recurso técnico. Me gustó también la actuación de Gonzalo, sustituto de Mbappé, que se ha borrado del Mundial de Clubes. Nunca había durado tanto una gastroenteritis.
Marcó el primero Bellingham, que hoy ha resucitado, de un tiro raso e imparable, tras una jugada preciosista del Madrid; y el segundo Arda Güler, también en la primera parte, que parece que cuenta para Xabi Alonso. Le falta algo de fondo físico, pero tiene una izquierda portentosa, aunque hoy ha marcado con la derecha, cruzando el balón al portero rival, en una jugada muy bonita del Madrid. Duraron muy poco los “olés” de los aficionados iletrados: al final, quien corea los pases de su equipo, pierde siempre.
El Real Madrid dejó mejores sensaciones, bajo un sol implacable que provocaba 35 grados centígrados, con un equipo con 10 jugadores y un rival regular, tirando a malo, pero con mucho entusiasmo. El Madrid tenía que haber marcado un par de goles más en sus contrataques, pero el balón no quiso entrar. Y los mexicanos también, pero en la portería del Real Madrid hay un gigante, en todos los sentidos. Y estaba, insisto, con 10 jugadores.
Buen resultado, que coloca al Real Madrid en condiciones de superar la fase de grupos, aunque este Mundial es muy traicionero. Le puede tocar el City o la Juventus, si pasa a la fase siguiente. Pero el Madrid juega mucho mejor con los equipos buenos que con los malos, así que todavía queda la esperanza de que se clasifique y de que siga adelante, aunque probablemente no ganará el Mundial de Clubes. Hay mejores equipos, hoy por hoy.