⏱ 3 min de lectura
El Atlético de Madrid sigue con opciones de superar la fase de grupos en USA al ganar el jueves al mediocre equipo de Seattle, el Sounders, por 1 a 3.
No fue un partido maravilloso y sirvió para demostrar que Griezmann está mejor en el banquillo y que Sorloth lo mismo mete cuatro goles en un partido que deja de meter otros cuatro. Falla lo incomprensible. Ayer ocurrió lo peor.
Tampoco parece estar bien Julián Álvarez y los goles (2) los tuvo que marcar Barrios y el defensa Witzel, recogiendo un balón muerto que le dejó en la cabeza Le Normand.
Fue un partido en el que, lógicamente, tenían que ganar los colchoneros. Simeone tendrá que seguir analizando muchas cosas para montar el equipo ideal, pero el Atlético tiene jugadores que están ya para el arrastre, entre ellos el propio Griezmann, que ayer chupó banquillo.
La media de edad de los atléticos está por las nubes y me da que Simeone va a tener las mismas dificultades para entonar al equipo que el pobre –bueno, es un decir— Xabi Alonso con el Madrid, que está hecho unos zorros. No levanta cabeza desde hace mucho tiempo.
El Seattle Sounders, corrientito, corrientito. Correlón, más acostumbrado a los rigores del verano americano quizá, pero nada del otro jueves. El Real Madrid batía el otro día el récord de entradas en el torneo: 63.000 personas, en números redondos, en el estadio de Miami. En otros lugares, la FIFA ha tenido que regalar entradas. Cuando juega el Real Madrid todo el mundo paga.
El equipo de Simeone mereció un triunfo incluso más holgado, pero los equipos, y es lógico, se están dosificando. Y al Atlético, que perdió el otro día por 4-0, el árbitro rumano le robó el partido. Como lo oyen. Me recordó una final de Copa en el Bernabéu, a la que yo asistí, Real Madrid-Atlético, en la que un tal Clos Gómez le robó descaradamente el partido al Real Madrid, con premeditación y alevosía. Un escándalo. Para mi parecer. Luego lo hicieron jefe del VAR. En España siempre se recompensa a los que peor lo hacen.
¿Ven ustedes por qué no hay un árbitro español en el Mundial de Clubes? Y encima ahora se han sindicado. El conejo me riscó la perra. Pero igual de malo que Clos fue el tal Facundo Tello, el argentino que pitó al Real Madrid el otro día. Vaya tío perverso. Se empeñó en perseguir al Madrid desde el minuto uno y a fe que lo consiguió. Luego en todas partes cuecen habas. Hasta el VAR le tuvo que insistir para que pitara un penalti de libro sobre Fran García, que al final no sirvió para nada: Valverde se lo tiró a las manos de Bono.