Milei ha acabado, mediante una ley, con la tiranía y la manía persecutoria de la Hacienda argentina. Que aprendan Sánchez, Mazú y aquel malhadado Montoro, del PP, un sinvergüenza que por un lado nos esquilmaba y por el otro mantenía una sicav para su familia y amigos y un despacho de asesoramiento. Golfo. Ahora, los bancos ya no tendrán la obligación de comunicar al fisco argentino ni la compra de un coche usado, ni las adquisiciones con tarjeta de crédito, ni los movimientos bancarios que no reclame un juez. En España estás perdido si tienes un pleito con Hacienda. Entre otras cosas, porque en primera y en segunda instancia es la propia Hacienda la que decide tus reclamaciones a través del Tribunal Económico-Administrativo (el provincial y el central), que son un camelo, porque la Abogacía del Estado siempre tira para adentro y en esos tribunales quien manda es la Abogacía del Estado. Todas estas trampas, más los incentivos a los inspectores (es como si primaras con dinero a un juez que dicta una sentencia a favor de la Administración) convierten a la Agencia Tributaria en una enemiga peligrosa, en una entidad esquilmadora, que tiene armas que tú no tienes y que se defiende con funcionarios, mientras tú pagas abogados que te arruinan, si pueden. Y si vas a un contencioso puedes tardar cinco o seis años en conocer la sentencia, con suerte. Milei ha acabado con todo eso, restándole poderes a la recaudación pública y presuponiendo que el ciudadano es inocente. Aquí, en España, la presunción de inocencia ante la Agencia Tributaria no existe. Somos, además, el país que sufre mayor presión fiscal en la Unión Europea. Seis meses de trabajo al año son para Hacienda (en sus variadas vertientes estatal, autonómica, insular y municipal), con lo que al contribuyente lo que le dan es ganas de defraudar. Porque, además, en otros países miras por la ventana y ves dónde han ido a parar tus impuestos. Aquí corres peligro de que acaben en los bolsillos de sinvergüenzas del entorno del Gobierno. Y no sólo del PSOE: el PP no es inocente y también tiene numerosos sinvergüenzas en su nómina histórica. Luego somos un país de mierda. Es bueno para España lo que ha hecho Milei, como ejemplo. Fíjense, un despacho americano ha abierto una macro causa contra la Agencia Tributaria española, por abusadora. El informe es demoledor, pero España es una dictadura fiscal y pronto será una dictadura judicial, si entra en vigor el hijoputesco “quinto turno” para los jueces y quién sabe si para los fiscales. Tenemos que rebelarnos contra esta dictadura abominable. Van a acabar con lo único decente que nos queda: los jueces y tribunales. Con alguna excepción en esa decencia, claro. Miren el Tribunal Constitucional, si quieren, convertido vergonzosamente en una prolongación del Gobierno.
martes, 2 diciembre,2025





