Cómo se puede abandonar la belleza. Cómo se puede hacer dejación de las responsabilidades. Cómo se puede perjudicar de esa forma a los vecinos que habitan en una zona residencial, en otra época admirada por todo el mundo. Cómo se puede abandonar a los niños y dejar que un parque que costó cientos de miles de euros al Cabildo, como es El Laurel, en La Paz, sea tomado por gamberros de botellón que lo han arrasado, han roto los columpios y organizan allí sus fiestorros, sin que aparezca un solo policía, ni de noche ni de día. Pues esto está ocurriendo en el Puerto de la Cruz. Animo al alcalde y al concejal responsable de jardines a que se den una vuelta por las calles Richard Yeoward, en la urbanización El Botánico, o por los fondos de saco de las calles Gravilla y Mimosa, vías residenciales donde la maleza se ha apoderado de las aceras, vallas rotas, pavimento destrozado y abandono general, ante la desesperación de los vecinos.
Qué decir del parque de El Laurel, donde los niños jugaban y a donde ya los más pequeños no pueden ir porque hay ratas, debido a la acumulación de basuras sin recoger, y donde el mobiliario urbano ha sido destrozado por los gamberros que organizan sus botellones allí y lo destrozan todo, no recogen nada y campan por sus respetos, sin que un solo policía aparezca por la zona y les llame la atención. ¿Qué quieren, cargarse el Puerto? La gente que paga sus impuestos tiene derecho a vivir y a que la dejen vivir y no a que unos desalmados, generalmente venidos de fuera, destrocen todo lo que encuentren a su paso. Es urgente que el Ayuntamiento tome medidas. Para que nos crean, les dejamos unas imágenes tanto de la urbanización El Botánico como del parque de El Laurel.
Hace meses que no pasa por allí el servicio de limpieza, que pagamos todos. El Puerto de la Cruz necesita actuaciones urgentes del Ayuntamiento y del Cabildo porque lo estamos perdiendo. Un vergel se ha convertido en un cochinal. Unos barrios preciosos, bien organizados y limpios son hoy un infierno para sus habitantes, que ven cómo sus propiedades se devalúan. ¿De qué vale construir una maravilla como será el nuevo Gran Hotel Taoro si los barrios residenciales se descuidan? El Puerto de la Cruz no está a la altura de los tiempos. Yo no sé cómo el Ayuntamiento permite este desastre con los impuestos que se pagan en la ciudad. Nos esquilman con gravámenes y luego resulta que salimos a la calle y no vemos el sentido de nuestro dinero desembolsado a las arcas públicas. No hay derecho a lo que está ocurriendo en las zonas residenciales, abandonadas de la mano de Dios. Para muestra, este Pipol de hoy va a ser más gráfico que literario. Les dejamos las fotos como ejemplo. Las de la urbanización El Botánico, al lado de un hotel de cinco estrellas gran lujo, y las del parque El Laurel, que costó cientos de miles de euros al Cabildo. Así cuidamos lo nuestro, pedazo de bergantes.






Gracias por dar visibilidad a las deficiencias que hay en la zona de la Paz.
A veces pienso si el abandono no es intencionado, para destruir una zona tan bonita y tranquila, antaño, por maldad.
Añadir como los fines de semana, hay gamberrismo , en entorno del edificio del jardín botánico, ocasionando ruidos, y roturas…. en las propiedades limítrofes. No hay vigilancia efectiva en dicha zona( ese camino es del Ayuntamiento del Puerto). Ver calle Hibisco fondo de saco, agujeros suelo.
Los Ibis son elevados en esta zona.
Soy el presidente de la comunidad de propietarios del Edif. Alondra en la Calle Richard Yeoward en la Urb. El Botánico. Confirmo que nuestra calle y la calle Grevilla, entre otras en la cuidad alta, se encuentran en muy mal estado. El solar triangular del ayuntamiento directamente lindando a nuestra parcela se convierte más y más en un terreno salvaje. El muro del ayuntamiento en la Calzada Martíanez exige reparaciones. Y correcto, el parque infantíl El Laurel fue completamente renovado unos años pasado pero falta mantenimiento y impieza regular.
Vemos la señalización “Puerto de la Cruz – parte de ti” cuando entramos la zona desde la autopista por la TF-312. Vemos todos los eventos y las fiestas en el centro ciudad. Lo que no vemos es un mantenimiento adecuado de la infraestructura pública en nuestra zona.