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lunes, 1 diciembre,2025

(4-4) El Real Madrid necesitó prórroga y está en la final de Copa

La Real Sociedad pudo presionar durante 90 minutos, luego se derrumbó por el esfuerzo

Pocos equipos resisten una presión sobre el otro de 90 minutos. Entre esos pocos están algunos de los que juegan contra el Real Madrid. Se crecen, parecen equipos muy buenos cuando están a media tabla en la Liga. Pero ganarle al Real Madrid es un plus y todo el mundo quiere ese plus que conduce a la gloria en  tantas ocasiones.

Como casi siempre, de un tiempo para acá, comenzó marcándole un rival al Real Madrid. Fue Barrenechea, en el minuto 15, quien se metió en el área, se fue de Lucas Vázquez y disparó por debajo de los pies de Lunin, que ayer no tuvo precisamente su día, aunque hiciera paradas de mérito.

En el minuto 29, Vinicius se saca un pase de 60 metros sobre Endrick, que había salido como titular para que Mbappé descansara. El joven brasileño controló, esprintó, dejó atrás a su par y elevó la pelota suavemente por encima de Remiro, en cuchara, cuando el portero de la Real salía a la desesperada. 1-1.

Todo iba bien para el Madrid hasta en minuto 79, cuando la Real atacó en tromba y uno de sus delanteros dio un inocente pase al área, Alaba se trabucó y descolocó a Lunin, desviando el balón al fondo de su portería. 1-2. Eliminatoria de nuevo empatada.

El 1-3 lo logró la Real de un tiro malo de Oyarzábal, que tropezó en un compañero en fuera de juego, el balón dio en el palo y entró. 1-3 y el Madrid eliminado. Para unos fue fuera de juego, entre ellos para mí, para el árbitro y para el VAR, no.

El Madrid se volvió a meter en la eliminatoria cuando, agonizando el partido, esprinta Vinicius por la izquierda, desborda a dos o tres rivales, centra y Bellingham, que venía lanzado, remata a la red. 2-3. El Madrid empataba la eliminatoria de nuevo.

El mejor del Real Madrid fue Bellingham.

Volvía el Real a estar en la final cuando marcó Tchouameni, a la salida de un córner, si no recuerdo mal con tanto gol. Esta vez el que se trabucó fue Remiro, que quiso sacar el balón hacia arriba y lo metió dentro. Era el 3-3, pero la Real, en el minuto 92, volvía a poner el marcador en 3-4, con lo que forzaba la prórroga.

Y el gol salvador del Real Madrid llegó cuando Arda Güller, en la segunda parte de la prórroga, faltando unos minutos para el pitido final, lanzó un córner teledirigido a la cabeza de Rüdiger, en funciones de delantero centro, que se giró, remató cruzado y el balón se coló en las redes de Remiro. Era el 4-4 y el Real Madrid estaba en la final de la Copa del Rey/Mapfre. Faltaban un par de minutos para que todo se acabara.

Vinicius volvió a levantar al público de sus asientos.

No fue un partido brillante, pero sí quedará para la historia. Casi nadie marca cuatro goles en el Bernabéu. Que el Madrid esté a punto de perder un título es normal, pero siempre remonta. Que un jugador de la Real –la verdad, no recuerdo el nombre— tuvo que ser expulsado y no lo fue, por una patada a Vinicius, cierto; que Arbeloa hizo un arbitraje aceptable, aunque con algunos errores es también cierto, pero en su disculpa hay que decir que fue tan trepidante la cosa que hacerlo bien del todo era muy difícil.

Carlo Ancelotti dijo, tras el partido, que había sido un match “entretenido, con muchos errores y con muchos goles, pero no tenemos tiempo para pensar mucho; al final, hemos cumplido”. El Real Madrid está muy bien físicamente, pero el otro equipo se crecía y se crecía, haciendo un gran despliegue. Para mí el mejor fue Bellingham y el Madrid llegó a agotar a la Real. Ancelotti dijo, tras el partido, que “en el Bernabéu todo puede pasar, con el calor de esta afición no se bajan jamás los brazos, el Madrid nunca se rinde aquí en su campo”.

¿Quién jugó mejor? No lo sé. El Real Madrid es el Real Madrid y es muy difícil ganarle. Casi imposible. Es un equipo increíble, que tiene jugadores fuera de serie, que esta noche dormirán como lirones, agotados, extenuados. Por eso el entusiasmo de Rüdiger con su gol, yéndose a la grada a celebrarlo, seguido de Arda, que fue quien le puso el balón en la cabeza. Este chico turco tiene futuro y una izquierda que es un guante. No digamos Endrick.

Parece que Zubimendi puede jugar la próxima temporada en el Real Madrid, para cuando se retire Mòdric, pero yo a Mòdric lo renovaría una temporada más. Ayer, el Bernabéu le aplaudió cuando cortaba balones, los entregaba al pie y corría por todo el campo. Cumplirá en septiembre 39 años.

Como decían los antiguos cronistas, llenos de tópicos, partido de poder a poder. La Real no desmereció, pero quien ganó fue el Madrid. Lo digo para quienes después del partido no hacen sino ponderar al equipo que perdió. Fue un dignísimo rival, pero quien está en la final de Copa, en mayo, en La Cartuja,  es el Real Madrid. Veremos con quién, si con el Atlético o con Barcelona, pero será, en todo caso, una gran final.

A. Hernández-Romero
A. Hernández-Romero
Bajo el seudónimo de A. Hernández-Romero escribe un colectivo de periodistas deportivos que colabora con este periódico.

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