

Magistral artículo de , ex director general de “El País” y ex consejero-delegado del Grupo Prisa, en el periódico “The Objective”. Les voy a reproducir un pequeño pasaje del mismo. “Baste recordar que Sánchez anunció que cuando gobernara eliminaría el Ministerio de Defensa. Esa estúpida promesa hecha por el aspirante a gobernar un Estado moderno es la mejor demostración de que quien hoy nos preside posee las mañas de un tahúr, pero también es un idiota, un ignorante de la realidad y consistencia del poder, al que sólo aspira por ambición personal, sin ningún proyecto político. Lo más preocupante empero es que su psicopatía enfermiza es contagiosa”. Desde luego, con cuatro palabras, Cebrián, que es un gran periodista y por lo que se ve un atinado psicólogo, ha retratado al bobo que nos gobierna. Que está ahí sólo por él, España le importa un pepino. Lo malo es eso, que la actuación de este psicópata contagia e incluso le creyeron en Europa y hasta bobaliconeó con Von der Leyen, que es necia de toda necedad. Es que es el único presidente del Gobierno de la democracia que habla inglés y eso le da puntos. Dios mío, que el inglés dé puntos cuando nosotros hablamos el idioma de Cervantes, clama al cielo. Y aún así, España sobrevive. A ver ahora qué Koldo se enriquece con el kit de supervivencia, que –ya verán— se convertirá en otro “caso mascarillas”. No tardarán en hacerlo obligatorio, los ciudadanos picarán, ellos comprarán muchos kits y armas, la falsa inmediatez de una guerra, propagada por algunos políticos españoles y europeos, convencerá a los ciudadanos y todos se callarán la boquita mientras sufragan los cañones y las bombas con nuestros impuestos. De momento, en junio pagaremos más, o sea que les recomiendo que sigan votando al imbécil de Sánchez y a su banda de cuatreros.

Presentación, en el Real Casino de Tenerife, del tercer volumen de la colección “Conciencia colectiva”, de Antonio Alarcó. Juan-Manuel García Ramos hizo un canto a la vida, con ese gen que, introducido en el cuerpo humano, nos alargará la existencia. Será en 2030. ¿Valdrá la pena? Yo creo que no, aunque las edades van cambiando con las épocas. Hace cincuenta años casi nadie llegaba a los ochenta y hoy mucha gente llega a los noventa. En la Edad Media, un tipo de 50 años era un viejo. Interesante la intervención de Juan-Manuel, que como siempre se curró su discurso. Eligio hizo elogios de Juan Negrín, médico y político, y citó –como había hecho Juan Manuel— a Gregorio Marañón, “que curaba con la palabra”, como cuenta Marhuenda en el prólogo. Eligio citó a varios galenos como ejemplo de buena praxis médica y también como científicos humanistas. Yo me fui por lo políticamente incorrecto: en la Facultad de Medicina de La Laguna sólo queda un catedrático, en las urgencias hospitalarias del Universitario violan tu privacidad con esas camillas amontonadas en los pasillos y los estudiantes de Medicina reciben sus clases bajo un techo de asbestos, cuyas partículas producen cáncer. Y esto ocurre desde hace más de 50 años, cuando se fundó la facultad.
Antonio se fue por los trasplantes, cuyo equipo él capitaneó: “España es un país privilegiado”, dijo. “¿Por qué? Por su conciencia colectiva, de ahí el título de la trilogía. El sistema nacional de trasplantes es modélico, en todo el mundo. La palabra “nacional” tiene mucha importancia. Este sistema funciona en España como en ninguna otra parte”, enfatizó el catedrático, que se refirió a su obsesiva –para bien— frase que reza: “El silencio no es rentable”. La frase viene del título de un libro de Herb Schmertz y William Novak, que vienen a decir que uno siempre comunica, aunque esta no sea la intención del que lo hace. Antonio ha hecho de esta frase una de sus favoritas.

El libro está bien editado por La Gaveta y la verdad es que ha quedado bien. Los dos tomos anteriores creo que se los edité yo a Alarcó, y también muy bien, cuando un servidor se dedicaba a eso. Fue un acto el de ayer interesante y ameno.





