Cuenta “OK Diario”, el periódico que dirige Eduardo Inda, que el ex vice-rector de la Complutense, J.C. Doadrio, que declaró ante el juez Peinado sobre la cátedra chimba de Begoña Gómez, ha tenido que contratar una agencia de detectives, que le cuesta 6.000 euros, para que le proteja, por miedo físico a La Moncloa. Es terrible. Esto se está pareciendo a la época de Eliott Ness, en el Chicago de los años 20 del siglo pasado. Que le tengamos miedo a quienes nos han de proteger clama al cielo. Yo, de Sánchez lo espero todo. Pero todo. Si ustedes entran en las redes verán cuántos deseos hay de que se vaya a su casa y de que deje a España en paz. Pero Sánchez, que se sostiene en dos patas, una la del decreto ley y la otra la del Tribunal Constitucional, porque ya no puede aprobar leyes en el Parlamento, no se va a ir. Es un enfermo, que gobierna sin presupuestos y le da igual. Está borracho de poder, es un sátrapa con maneras de dictador y agitará aún más la legislatura, con la colaboración de su compinche Tezanos, que le falsifica las encuestas. Ahora lo tiene a más de cinco puntos por encima del PP. Si yo fuera el tibio de Feijóo me rodearía de personas de la valía política de dos mujeres excepcionales: Isabel Díaz Ayuso y Cayetana Álvarez de Toledo. Con estas dos gano yo las elecciones de calle, porque son auténticas cracs. Sánchez está obsesionado con Ayuso, la cita, alterado, en sus discursos que cierran los congresos regionales, sueña con ella por las noches. Con ella y con Oughourlian, presidente de “El País” y de la empresa matriz, Prisa, al que no ha podido comprarle el periódico, en el que mandan cuatro feministas radicales, ni tampoco lograr que asuma la proyectada televisión de Sánchez, que ahora aparecerá en los portales de Telefónica. Será suficiente para que yo me dé de baja de Movistar. Yo y millones. Es tremendo lo de Prisa. Sánchez mandó a Óscar López a París, con Marc Murtra, el sanchista metido con calzador en la presidencia de Telefónica, para convencer al responsable de Vivendi para echar a Oughourlian de Prisa y hacerse Sánchez con el poder. La moneda, la publicidad de Telefónica en el grupo de comunicación francés Vivendi, accionista de Prisa. Oughourlian acaba de comparar a Sánchez con Franco y de decirle en la cara que él no le va a quitar la independencia a su periódico, que fue clave en la Transición, como lo fueron el Grupo 16 y otros medios más modestos en las provincias españolas. Y repito: que un vice-rector que ha tirado de la manta haya tenido que buscarse escolta privada, porque tiene miedo de La Moncloa, es impensable en la Europa de las libertades y de la democracia. ¿Quién nos va a proteger, entonces? Sánchez, ese enemigo de España, ese político dañino para los intereses nacionales, se tiene que ir a su casa más temprano que tarde. Ya sé que este tipo no conoce la palabra dignidad, pero un presidente vendido a independentistas y a terroristas tiene que desaparecer de la política de este país. Está enfermo de poder, no ha tenido reparo en colonizar las instituciones y España, políticamente, está hecha unos zorros. Ha engañado a Europa y a los españoles. Ni un minuto más. Que se mande a mudar, cuanto más lejos mejor. Y que, de camino, que se lleve al chavista Zapatero, otro ejemplar patético y, eso sí, muy rico. Ya saben ustedes de dónde le viene el dinero.
martes, 2 diciembre,2025





