
Bueno, vamos al lío. Bonitas estampas laguneras, con coches antiguos, atriles de viejos guardias de tráfico en las calles, escaparates espléndidos, con frases de escritores famosos. La Laguna se ha vuelto navideña y miles de personas acuden cada día a la ciudad, hasta altas horas, para celebrar unas fiestas con frío. El comercio lagunero es muy activo y el Ayuntamiento es consciente de ello y organiza espectáculos en la calle, como una exposición de coches antiguos.

Ahí estaba una vieja grúa de la Exclusiva, las famosas guaguas rojas; una ambulancia Volkswagen de los sesenta y otros coches de época, además de un añorado atril de guardia urbano, ante el cual, antañazo, los ciudadanos dejaban sus obsequios navideños: botellas con licores de todas clases, galletas, mazapanes, polvorones, algún que otro jamón, como agradecimiento a la labor de los agentes durante el año. Ha sido una iniciativa bonita esta exposición, de la que ofrecemos algunas fotos.

Los escaparates se han llenado también, como he dicho, de frases de escritores conocidos y el ambiente en la ciudad es de lo más agradable, con grupos cantando y tocando villancicos. Eso, junto al frío de la ciudad de Aguere, le dan a La Laguna un hermoso ambiente propio de estas fiestas en las que todo el mundo se saluda, se lleva bien, que ya llegará maestro Paco con las rebajas. Pues lo mismo, felicidad, le deseamos nosotros a toda la gente que acude a la ciudad, para hacer también sus compras para Navidad y Reyes, que aquí en materia de regalos quienes se colocan siempre los primeros son los Magos de Oriente.


Por cierto, la Policía Local de La Laguna debería actuar en la lagunera calle José Peraza de Ayala, que cada día queda colapsada por conductores sin conciencia, que incluso impiden la entrada de vecinos, bomberos y ambulancias en la zona. No hay derecho. A ver si los agentes espabilan. Cambio de asunto. En los alrededores del parque Secundino González, en el barrio santacrucero de Salamanca, se produjo el otro día una escena que pasó hasta ahora desapercibida a los medios de comunicación. Se trata de la actuación de una dotación policial, con agentes de paisano, contra un hombre que estaba en el interior de un coche allí estacionado, con los cristales tintados según algunos testigos. ¿Qué pasó realmente? ¿Rodaje de una película o actuación policial real? Se produjeron disparos al aire, según esos testigos. Como no tenemos más información, a pesar de haber intentado obtenerla, lo vamos a dejar aquí, aunque seguiré insistiendo a ver si descubro lo que nos contaron algunas personas presentes sobre esta actuación policial, real o de ficción. A ver si para el próximo día sé algo más. Pero allí –quienes me contaron todo esto– no vieron cámaras que delataran el ambiente de un rodaje. Seguiré informando a ustedes de la cosa. Cambio de nuevo de tercio. La serie La Palma, que es muy mala, y que recrea aquella fantasía del geólogo inglés Simon Day, alcanza niveles muy altos de audiencia en Netflix.

La serie, de cuatro capítulos, no tiene ni pies ni cabeza, pero parece que la erupción del volcán de Cumbre Vieja, que queda todavía muy reciente –hace menos de tres años— pues despierta el interés de los guionistas y de los espectadores. Pero la verdad es que el argumento es un puro disparate y da pábulo a la teoría de Simon Day y de algún que otro geólogo, tras un más que fantasioso derrumbe de Cumbre Vieja, con tsunami incluido. En otro lugar de esta edición hacemos un resumen del argumento y mostramos nuestra opinión sobre series como esta, que no nos llevan a ninguna parte, por cierto. Más bien todo lo contrario. Pero, bueno, sé que diciendo todo esto a ustedes no les va a quedar otro remedio, si están abonados a Netflix, a verla. La fotografía es buena. Es lo único bueno de los cuatro capítulos. Rodados en La Palma y en Tenerife.





