⏱ 2 min de lectura
La mujer del presidente del Gobierno le ha pedido al juez Peinado aplazar su nueva declaración como imputada por apropiación indebida –caso del software de la Complutense— porque tiene que acudir, con el Pichón, a la cumbre del G-20 en Brasil, invitada por la esposa del anfitrión, la señora Lula da Silva.
No sabemos lo que determinará el juez Peinado, pero estos aplazamientos no se suelen conceder a investigados, cuya obligación judicial está primero que una invitación honorífica, por muy esposa de jefe de un Gobierno que sea. Sin embargo, por causas justificadas las personas, aún no imputadas, citadas por un juez pero que no pueden acudir a la citación por causas justificadas suelen tener la conformidad de los jueces y magistrados.
No sabemos qué va arreglar Begoña Gómez en Brasil el lunes día 18, pero desde luego el mundo no. Seguramente será una invitada florero que asistirá a actos sociales donde los conyugues de los presidentes reciben agasajos y regalos por parte de la esposa o del esposo del anfitrión o anfitriona.
Begoña Gómez, en su petición de aplazamiento, le aporta al magistrado Peinado la invitación enviada por Janja Lula, le dice que se da por notificada y le pide que establezca una nueva fecha para personarse en el juzgado. Ahora está a la espera de que Peinado le envíe una nueva citación, aceptando el aplazamiento, o que reitere la fecha de su presentación en el juzgado.
Dada la repercusión mediática de la cita y de la propia confirmación o negativa del magistrado, todo parece indicar que recibirá una nueva citación, lo que tendría menos repercusión que si la dejara sin viaje al Brasil en el Airbus de la Fuerza Aérea que usa Pedro Sánchez para sus desplazamientos largos.
Estaremos a la espera de la decisión de Peinado, que suele ser muy coherente en todos los actos derivados de su magistratura.