Canarias recibe cada año 25.000 residentes más. Y nadie habla de ello. Todo se queda pequeño: las carreteras, la sanidad pública, la atención de la Administración al ciudadano se deterioran. La sobrepoblación mantiene a las islas colapsadas. Y nadie habla de ello. Sólo se habla de los menas, que es el monotema del presidente del Gobierno. A Canarias le puede pasar lo de Groenlandia: si le interesaran a los Estados Unidos provocarían un referéndum, las islas serían independientes de España, los Estados Unidos se aliarían con su Gobierno, explotarían el telurio del fondo del mar y las tierras raras de Fuerteventura y adiós España. El loco de Trump está intentando esa fórmula con Groenlandia. Tienen ustedes una serie en televisión, que se llama Borgen, una serie danesa, que cuenta el asunto groenlandés, su relación con Dinamarca y los problemas de sus habitantes, que son el aislamiento, el alcoholismo y el suicidio. En un país con menos de 20.000 habitantes, ligado a Groenlandia por un estatuto de autonomía, aunque Groenlandia tiene rango de nación constituyente, es fácil convocar un referéndum y ganarlo a fuerza de promesas. En estos días ha estado Vance, en la base norteamericana de Groenlandia, anunciando prebendas para sus habitantes. Bajo la nieve hay tierras raras y petróleo, todo lo tienen en Borden. Dinamarca ha sufragado Groenlandia durante siglos y ha explotado sus recursos. No se la pueden quitar por las buenas, pero los americanos quieren ser ahora los dueños del Ártico. En una guerra con Rusia, este territorio es fundamental. Los rusos han estado en Groenlandia de estrángilis en muchas ocasiones y mantienen avanzadillas clandestinas en el enorme territorio nevado. Pero Groenlandia es inmensa (más de cuatro veces mayor que España) y Canarias es muy pequeña, pero ahora parece que muy rica. Hasta el punto de que una empresa marroquí creada al efecto y otra israelí (país que Sánchez ha vituperado para favorecer va la llamada causa palestina) van a explotar el telurio y otros componentes (quizá petróleo y gas) que quizá nos pertenezcan. Y Canarias pensando en los menas y en cómo quitárselos de encima y dejando que 25.000 extraños se establezcan en las islas cada año. El Gobierno de Canarias no tiene ninguna perspectiva de futuro, está anclado en la gestión diaria, como si fueran –que lo son—sus miembros unos magos peludos, sin conocimientos suficientes para hacer su trabajo. Y, mientras, todos avanzan menos nosotros, que estamos viviendo en una lata de sardinas. ¿Quién en nuestro Gobierno autónomo sabe algo de tierras raras, de nuevas tecnologías, de la existencia de recursos naturales bajo un mar que tenía que ser nuestro hace años? Nadie, sólo piensan a corto plazo y en poner la mano a final de mes. Esos rebenques son a los que votamos cada cuatro años. Porque los sabios no van a presentarse.
martes, 2 diciembre,2025





